73
Memoria Dirección de Bienestar Estudiantil- Universidad de Chile
Tengo 22 años y este 2013 fui parte de Tercero Superior de la
Licenciatura en Artes con mención en Danza, en la Facultad
de Artes de la Universidad de Chile.
Mi Enseñanza Media la cursé en el Liceo Bicentenario N° 7
Teresa Prats de Sarratea, de la Comuna de Santiago. Opté por
estudiar en la Universidad de Chile porque además de ser la
única universidad estatal que ofrecemi carrera y con el arancel
más barato, el año que ingresé (2010), el Departamento de
Danza estaba viviendo un proceso de reestructuración que
positivamente correspondía a mis intereses como bailarina.
Mi primer año de universidad se dividió intensamente entre
estudiar y trabajar, ya que debí ingresar a la etapa básica de
danza que no permite optar a beneficios. Al año siguiente,
insistí postulando a becas pero sólo obtuve el CAE (Crédito
con Aval del Estado). Luego, en Segundo Superior de la
carrera, mi tercer año de estudio, se me informó que había
obtenido la Beca Bicentenario.
La primera sensación fue de mucha sorpresa y duda, como
si se tratara de un error. Pero pronto todo se convirtió en
descanso a nivel monetario y emocional, ya que mi tiempo
ya no se concentraría más en buscar las maneras de reunir
el dinero mensual necesario, sino que podría acceder a otras
experiencias dentro de mi campo de estudio.
Por ejemplo, he podido tomar seminarios sobre técnicas
corporales, improvisación, composición, etc. Y participar
en procesos creativos fuera de la Universidad, que han sido
experiencias muy significativas y complementarias.
Obtener esta beca fue una noticia muy liberadora, fue
sacarme una mochila muy pesada de encima. Para mi familia
también fue muy emocionante y estaban muy orgullosos de
saber que por fin yo podría estudiar tranquilamente.
Además de la Beca Bicentenario, se me otorgó la Beca
de Equidad, que cubre el saldo entre el arancel real y el
referencial, y la Beca del Programa de Atención Económica
(PAE), que a fines de 2013 fue intercambiada por la Beca
de Alimentación JUNAEB. Si no tuviera estos beneficios,
difícilmente podría estudiar, ya que mis padres no serían
capaces de costearme la carrera.
Terminando la licenciatura, y si mi beca lo permite, mi plan
es obtener el título de Profesora Especializada en danza
o estudiar algún magister, ejerciendo paralelamente mi
profesión.
Daniella Santibáñez
Foto: Macarena Rivas
DANIELLA SANTIBÁÑEZ
Beneficiaria de la Beca Bicentenario
“En la Universidad de Chile creo que se refleja lo más importante de la educación pública,
que es la diversidad socio-cultural en la que se puede compartir y reflexionar. Esta ventaja
esencial permite vincularnos como artistas desde un lugar más vivo, activo y pertinente”
BENEFICIARIA BECA
