Poetas jóvenes de Nuevo León (México)

Armando Alanís Pulido

Monterrey Nuevo León 1969 (contacto: accionpoetica@prodigy.net.mx)

Ha publicado: “Carrusel” 1993, “Todo lo que diga puede ser usado en mi contra” 1994, “Ligeras sospechas” 1995, “Saltos en la luna” 1996, “Gritar por poder gritar”1997, “Descorazonamiento y fatiga”1998, “Los delicados escombros” 1998, “La tristeza es un somnífero interesante” 1999.


Poemas de
Armando Alanís Pulido

DISCURSO DEL QUE NO SE CONFORMA CON SU JUSTA PORCIÓN DE OXÍGENO.

Revoquemos al clima

al amor mismo que nos desconoce
se trata básicamente de masas que a tal efecto chocan

Nubes

En fin, no es el fin (conserva tu inocencia)

y si esto fuera un poema–es un discurso según el título-

terminaría con una pregunta:

(Que antes formuló Edmond Jabes, pero que a mi se me ocurrió primero

solo que nací unos años más tarde)

¿Y si el adiós fuera tan sólo el principio de un perpetuo comienzo?

 


LA CIUDAD SE PARECE A MIS BOLSILLOS

 

En cada esquina una pelea a muerte entre los semáforos y la prisa.

a veces tan vacía

a veces tan llena de todo, menos de lo importante

la ciudad se parece a mis bolsillos.

 


TODOS FUIMOS TALLA 29

 

Anhelábamos poner una boca más pequeña dentro de la nuestra

pronunciar las palabras mágicas

-muy buenas tardes bienvenido a Mac donalds puedo tomar su orden-

a nadie absolutamente a nadie le presumíamos nuestra felicidad

éramos capaces de tener veintinueve o treinta sueños

en el trayecto de la escuela a la casa.

Hoy los sueños son años.

 


AGENDA

Regresar la película

y censurarle algunas escenas

Entrar al sistema

y desvanecer el total acumulado en las tarjetas de crédito

Tener suficiente miedo

para encontrar el lugar donde el camino se sienta a descansar

Viajar al país de las soluciones

y traerle un souvenir al corazón.

 


CASI UNA CONVOCATORIA

Yo tengo el sueño muy pesado

pero ayer el aire azotó tan fuerte la puerta...

El desvelo y la sonrisa se incluyen en el precio.

¿Alzarías la mano aceptando el desgaste voluntariamente?

Es decir:

Sumémosle al poema tus ojos para que en realidad existas.

 

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