Poetas jóvenes de Nuevo León (México)

José Eugenio Sánchez

Guadalajara Jalisco 1965 radica en Monterrey (contacto: novio2001@hotmail.com)

Ha publicado: “El mar es un espejismo del cielo” 1990, “Tentativa de un sax a medianoche” 1992, “El azar es un padrote”1998, Physical graffiti” 1998.


Poemas de
José Eugenio Sánchez

de pronto new york se quedó sin joseph brodsky

a ana y el mostro


pasan las risotadas de un carro antiguo
un tipo tembloroso te ofrece lo que quieras
las prostitutas en abrigo se cubren el viento entre ellas
unos uniformados salen de un bar completamente ebrios
un vagabundo extiende la mano
al final de la calle se enciende la tortea
de una patrulla de policía que despacito vira hacia la derecha
una pareja sale del teatro
dos negros conversan
y en el aparador de enfrente
cuelgan silenciosas
un par de medias de seda
que parecen ser más imprescindibles que nosotros

helpless

(and in my mind I still need a place to go)


sobre esta cama donde se acostó el mar
y se guardaron las cenizas de alejandría
y las hormigas almacenaron las provisiones durante el verano del holocausto
y la más despreciable hechicera escribió su recetario para exterminar el mal de amor

en la mismísima cama donde la maja y las venus posaron

donde juana la loca veló a felipe el hermosos por siete provincias

donde el espíritu santo fecundó a maría

aquí en la única cama traficada por fenicios

que sirvió de mapa para barbarroja

y fue alfombra mágica del príncipe ishtar

en la auténtica cama donde parió la primera elefanta en cautiverio

donde charly parker tocó por última vez el saxofón y a una mujer al mismo tiempo

y –años antes— jesús meditó su discurso del monte de los olivos

es donde entiendo que cada cama es un país que no existe

            si no es con tu presencia

esa canción se toma mi vida de un sólo trago


esa canción me detiene en los muelles de tus piernas

esa canción 

es una esponja en tu mirada y me lleva

de tu sombra a tu bahía

esa canción

es una copa de nocturno tinto

y tengo sed de luz

cruda de estrellas

carta de un suicida

no fue el dardo que dio en el centro

tampoco el veneno ni la mariposa que traía en la punta

no fue un golpe de suerte

quizá un poco de paciencia                              y claro

un blanco débil

no se culpe a esta mujer de haberme volado la cabeza

de traer hasta mis labios la canción de su cintura

no se le tome venganza

no se me tome cariño

tampoco la detengan es su descarnizada pasión al desnudarse

sólo prendan las velas

súbanle a la música

que no falte queso ni vino

en invierno

las catástrofes requieren sutileza

hoy el asunto es otro: como confiar en el azar si es un padrote

tom petty y yo dedicamos a mary jane’s last dance

a esa mujer que Miguel ángel dejó enterrada por la prisa

a esa gata caliente de pezones de gomita de mandarina

a esa estrofa danzante

que al meterle la meno en el sexo le sale un conejo

 

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