Prof. Rafael Epstein.

Desde el año 1998 la alimentación que entrega la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas (Junaeb) a miles de niños de nuestro país, ha experimentado sustanciales mejoras. La leche al desayuno aumentó de un sólo día a todos los días de la semana; en el almuerzo las ensaladas frescas subieron de 4 a 14 veces al mes. También aumentó la entrega de carne y frutas, además de mejorar la infraestructura de los servicios de alimentación y la condición laboral de las manipuladoras en las escuelas.

Por otro lado, la cobertura de alimentación así como la transparencia y competitividad de las empresas del rubro se ha visto incrementada. Detrás de muchos de estos logros se encuentra un modelo matemático creado en el Departamento de Ingeniería Industrial de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile que permitió optimizar la licitación del Programa de Alimentación Escolar de la Junaeb, llegando a reducir en un 22% los costos en términos de la relación calidadprecio estimados de acuerdo a la tendencia en el sistema de licitación anterior.

La licitación del Programa de Alimentación Escolar es una de las más importantes que realiza el Estado chileno, involucrando un costo anual de alrededor de 180 millones de dólares. La generación del modelo matemático -en 1997- que da una solución óptima en distintos escenarios para repartir alimentos a cada niño a un menor costo, estuvo liderada por los ingenieros, profesores Rafael Epstein, Jaime Catalán y Gabriel Weintraub. También participó la ex directora de Junaeb Lysette Henríquez, Francisco Espejo, su actual director, y Cristián Martínez, subdirector del Departamento de Supervisión de la mencionada institución.



Según explicó el Prof. Epstein, el modelo matemático computacional surgió con la idea de generar un sistema que permitiera la realización de un proceso de licitación justo, transparente y eficiente.

En términos simples, la herramienta creada en el Departamento de Ingeniería Industrial permite comparar un importante número de ofertas económicas (en la última licitación hubo 22 mil), seleccionando las mejores, es decir, aquellas que respondan a las necesidades nutricionales de los niños fijadas por la Junaeb y tengan un bajo costo.

Una gran ventaja del modelo es que permite mucha flexibilidad y, por lo tanto, posibilita que las empresas traspasen su mayor eficiencia a las instituciones. “Antes, las decisiones sobre la asignación de la licitación eran muy subjetivas. Se hacían filtros, pero no se podían probar muchas alternativas y además era poco claro. Este es un método objetivo, que impide que se generen presiones indebidas de cualquier tipo. Además es justo, lo que genera competencia entre las empresas y mejoras en la calidad del servi- cio a un menor precio. Esto se debe principalmente a que las empresas se han concentrado en lo que tienen que hacer, mejorar su eficiencia y productividad. Todo esto es muy importante porque en licitaciones tan grandes un 1% de diferencia entre una elección y otra, significa recursos considerables”, indicó el académico.

Hay que señalar que al 2001 las mejoras tanto en los aportes nutricionales, infraestructura, cobertura, etcétera, representaban un incremento de costos de 24% en relación a 1996 (en términos reales), sin embargo, el precio de la ración promedio sólo se incrementó en 0,76%. Lo esperado, no obstante, según la tendencia hubiera sido un aumento de al menos 22 puntos porcentuales en el precio. Así, con la mejora notable de la relación preciocalidad de las raciones alimenticias, la Junaeb generó ahorros anuales de 40 millones de dólares, equivalentes al costo de alimentar a 115 mil niños en ese período.

Para los académicos a cargo de la investigación el modelo ha sido una fructífera aplicación de ingeniería a políticas sociales. De hecho, en julio pasado ello fue reconocido por la Sociedad de Investigación Operativa (IFORS), que premió a este modelo por su impacto social en un país en vías de desarrollo. La distinción fue entregada en Escocia, hasta donde viajaron el equipo de la Junaeb, y el equipo de la Universidad de Chile. Cabe señalar que la herramienta de licitación ha sido empleada en los procesos de asignación de 1997, 1999, 2000, y también está siendo utilizada para la adjudicación de este año. Además fue empleada en dos licitaciones de lentes ópticos realizada por la Junaeb por 2 millones de dólares cada una. Asimismo, por sus buenos resultados, varios países de Latinoamérica han requerido conocer esta metodología.