Un encuentro con los tres candidatos a Rector de la Universidad de Chile se realizó el 2 de mayo en el Auditorio Gorbea de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Corporación, con un respetuoso público compuesto por miembros de los tres estamentos de la comunidad universitaria.
Faltaban pocos minutos para el mediodía del jueves 2 de mayo. Las butacas de color rojo intenso del Auditorio Gorbea de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas, comenzaban a albergar a numerosos asistentes, entre ellos; profesores, estudiantes y funcionarios, quienes se disponían a escuchar, en forma conjunta, las propuestas de los tres candidatos a Rector de la Universidad de Chile: los profesores Iñigo Díaz, ex Decano de la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias; Víctor Pérez, Decano de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas; y Luis Riveros, actual Rector de la Casa de Bello.
La estructura del foro fue de diez minutos cada uno, siguiendo un orden alfabético, para dar a conocer sus respectivos programas, a los que se agregaron cinco minutos más destinados a efectuar observaciones o réplicas por parte de los mismos expositores, además de una ronda de preguntas del público.
La reunión, que se prolongó por aproximadamente una hora y cuarenta minutos, fue moderada por el Prof. René Garreau, y se realizó en un ambiente en el que prevaleció el respeto y el interés por
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Inscriben sus candidaturas
Prof. Iñigo Díaz:
El 16 de abril oficializó su candidatura a la Rectoría de la Universidad de Chile el Prof. Iñigo Díaz, docente de la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias. Pasadas las 16.00 horas, el académico concurrió a la Casa Central para realizar el trámite correspondiente ante el Prorrector de la Corporación, Prof. Luis Bahamonde.
En compañía de la Prof. Teresa Boj, del INTA, y actuando como ministro de fe el jefe de gabinete de la Prorrectoría, Armando Roa, el Prof. Díaz firmó el acta de recepción para su postulación al sillón de Bello, iniciativa respaldada por 54 firmas de adherentes.
Prof. Víctor Pérez:
El actual Decano de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile, Prof. Víctor Pérez, formalizó el 29 de abril, cerca del mediodía, su candidatura para las próximas elecciones de Rector de la Corporación, en un breve trámite que se llevó a efecto en las oficinas de la Prorrectoría de la Casa de Bello.
Acompañado de una docena de académicos, entre ellos, el Decano de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo, Prof. Manuel Fernández; la Vicedecana de la Facultad de Medicina, Prof. Dra. Colomba Norero; y la ex Decana de la Facultad de Filosofía y Humanidades, Prof. Lucía Invernizzi; el Prof. Pérez entregó al Prorrector del plantel universitario, Prof. Luis Bahamonde, su postulación al más alto cargo institucional, respaldada por las firmas de 367 adherentes. A su vez, recibió del Jefe de Gabinete de la Prorrectoría, Armando Roa, copia del acta de recepción de la candidatura.
Prof. Luis Riveros:
El 29 de abril, cerca de las 19:00 horas, el Rector de la Universidad de Chile, Prof. Luis Riveros, llegó a las oficinas de la Prorrectoría del plantel universitario, acompañado de un numeroso grupo de adherentes, para formalizar su repostulación al cargo, en las elecciones que se realizarán el próximo 15 de mayo.
En el trámite, el Prof. Riveros entregó al Prorrector, Prof. Luis Bahamonde, y al Jefe de Gabinete de la Prorrectoría, Armando Roa, las 30 firmas reglamentarias de adhesión a su candidatura, entre las que destacan las de los decanos de Medicina, Ciencias, Odontología, Ciencias Químicas y Farmacéuticas, Ciencias Económicas y Administrativas, Ciencias Forestales, Ciencias Sociales y Ciencias Agronómicas; las de los Directores del INTA, Hospital Clínico, Instituto de Asuntos Públicos, Centro Nacional del Medio Ambiente y Escuela de Salud Pública, así como las de otros distinguidos académicos, incluyendo a varios integrantes de la Comisión Normativa Transitoria. Al listado reglamentario se adjuntaron, además, las firmas de otros 600 docentes que adhieren a la repostulación del Rector Riveros.
En la oportunidad, acompañaron al Rector Riveros, los Decanos de las Facultades de Odontología y de Ciencias Químicas y Farmacéuticas, Profs. José Matas y Luis Núñez, respectivamente, además del Director del Instituto de Asuntos Públicos, Prof. Osvaldo Sunkel, entre otros.
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temas como el senado universitario, la integración en docencia, investigación y extensión, el sistema de calificación académica, el sistema de ingreso a la educación superior, la evaluación universitaria y propuestas para el sistema de becas estudiantiles, aspectos que fueron consultados especialmente por los asistentes, entre los cuales hubo una cantidad importante de estudiantes.
A continuación sintetizamos las presentaciones de cada uno de los profesores.
Prof. Iñigo Díaz:
La relación con el Estado
Distribuido a la comunidad universitaria en un documento, su programa se denomina “El renacer de la esperanza”, “que más que un título, es un sueño y anhelo de todos nosotros”, comentó el Prof. Iñigo Díaz.
El tema en el que centró su exposición fue la relación con el Estado. “Mi primera aproximación se relaciona con la necesidad de establecer de alguna forma sistemáticamente ordenada la concepción de la Universidad o de una Universidad del Estado y por cierto el rol que en esa definición espero podamos construir, el rol del sentido profundo de nuestra Universidad de Chile”, dijo. Destacó que estamos insertos en un sistema de educación superior al que calificó de “altamente diversificado, muy masificado, no muy regulado y poco informado, y no parece viable la existencia de este sistema de educación superior sin la presencia de una institución sólida, compleja, articulada, moderna, y al mismo tiempo, autónoma, pero diversa, que en conjunto con el Estado pueda reflexionar al país y solucionar los problemas que debemos enfrentar y perfeccionar”, enfatizó. Al respecto resaltó que al conversar con profesores y autoridades de universidades pertenecientes al Consejo de Rectores y, fundamentalmente, del Consorcio de Universidades del Estado, “uno se da cuenta que esta discusión no ha sido instalada ni está siendo planteada en ningún ámbito del país”, subrayó.
Preguntó a los asistentes “¿Por qué el Estado mantiene esta lejanía y falta de compromiso con sus universidades? Yo tengo la sensación de que el Estado no reconoce con claridad que tiene ciertas obligaciones específicas de cercanía, de objetivos comunes con esas universidades”, se respondió el académico.
Un segundo punto que destacó fue el tema de la globalización y cómo esta afecta a nuestro entorno. En ese sentido, afirmó que aceptar pasivamente dicho proceso, no solamente es erróneo, sino también una actitud “que yo califico como peligrosa e intelectualmente perversa. Al pensar en la existencia de este proceso de globalización, se hace indispensable que nuestro país disponga a lo menos de una institución universitaria que sea capaz de tomar, revisar, proponer y procesar ese cúmulo de información y, en el caso correspondiente, adaptarlo al país”.
Continuando con la importancia de la relación con el Estado, el Prof. Iñigo Díaz resaltó que es necesario “mirarse internamente y recuperar la fe de que es posible tener una relación con él, de reencantarnos y, en consecuencia de reencantar nuestra Universidad de Chile”.
Añadió sobre el tema que “en estos últimos años hemos apreciado, y está planteado en mi programa, un notable deterioro de las relaciones con él. Con frecuencia escuchamos discursos más bien mediáticos, inexplicablemente confrontacionales con el Estado y bastante cortoplacistas. Quiero decirlo de una vez por todas, yo creo que hemos mantenido una relación inexistente con el Estado, inoperante, ineficiente y, finalmente, fracasada.
Por otro lado, también escuchamos que debido a esa existencia de modelos de referencia inadecuados a nuestra identidad institucional, lo que debemos hacer es optimizar la gestión académica interna, lo que nos permitiría recién iniciar el diálogo con el Estado y la sociedad”.
Creo que no es aceptable postular la optimización interna de la Institución aceptando las deficiencias del modelo y sin analizar críticamente las restricciones del entorno, enfatizó el Prof. Díaz.
De este modo, propuso con la mayor urgencia una redefinición de las relaciones mencionadas, en lo que él define como “un Nuevo Contrato con el Estado, que nos permita establecer las alianzas necesarias con él, que nos permita conformarnos en socios estratégicos, que nos permita declarar con orgullo y propiedad que con sus universidades pueden y deben tener metas concordadas y comunes, pero que también dan sentido a la existencia al resto de la institucionalidad universitaria, y como nos distinguimos del resto es una obligación nuestra”, señaló.
Prof. Víctor Pérez:
Mantener los principios y la excelencia
Recordando una conversación con el Profesor Alfredo Jadresic, momentos antes de empezar el foro y en que éste le dijo que cuando fue candidato a Rector de la Universidad de Chile en 1969 y recorrió todo el país planteando su propuesta académica, el profesor Víctor Pérez inició su intervención valorando la existencia del debate académico que había en ese tiempo. “Yo he recorrido cerca de cien departamentos de la Universidad de Chile y la pregunta que me surge es ¿dónde está esa Universidad de Chile que comentaba el profesor Jadresic? ¿Dónde está ese país que escuchaba el planteamiento de la Universidad de Chile?. ¿Dónde está aquella comunidad universitaria, pujante, viviente, como decía él (Profesor Jadresic) discutiendo sus temas al interior y hacia el exterior? ¿Dónde está esa Universidad que plantea una forma distinta de mirar la vida?”.
Señaló que, “aunque le moleste a la gente de afuera, la Universidad de Chile ha sido y sigue siendo la mejor de este país. No hay ninguna duda. El problema es que no tenemos asegurado a futuro seguir siendolo, porque de alguna manera está inserta en un esquema que no permite la existencia de una Universidad pública de calidad internacional. Entonces, la realidad misma de la Universidad de Chile, la existencia misma de una candidatura está radicada en elementos valóricos y de principios. La existencia de la Casa de Bello para que siga teniendo relevancia, gravitación, presencia y permee al resto de la sociedad civil, es a través de su quehacer, que debe ser de excelencia, y a través de sus valores y principios”.
Destacó que en la actualidad contamos con un sistema de financiamiento que es más bien “de parche” y en el cual en las universidades privadas está presente todo el espectro político, religioso, filosófico, empresarial e ideológico. “La sola existencia de cada una de ellas significa que se busca preservar, debatir y difundir verdades locales, y la Universidad de Chile hace 160 años atrás recibió el mandato del Estado de ser el instrumento a través del cual el país aspira a buscar la expresión de la independencia intelectual de la nación y de la existencia de un pensamiento autónomo del país. Y para ello debe seguir siendo de calidad”, dijo.
Explicó que, en ese sentido, surgen dos urgencias. La primera es la relación con el ambiente externo y el Estado. “Hoy día tenemos un Estado ausente; más bien un Estado activo, propugnando el establecimiento, la estabilización y el desarrollo del sistema privado y mercantil de la educación superior, y por otro lado, tenemos un gobierno amigable que ha dado señales de que tenemos espacios para producir ese encuentro. Y es tarea pendiente nuestra llenar ese espacio con una propuesta constructiva y robusta que indique a los actores políticos de este país, cuál es la forma y cómo la Universidad de Chile, su comunidad, especialmente su academia, con altura de miras, hace un planteamiento respecto a esta nueva relación”, indicó.
Una segunda tarea pendiente para el académico es que, a pesar de que la Universidad de Chile es y ha sido la mejor institución de educación superior, resulta fundamental no olvidar que en su interior hay una importante heterogeneidad que parte por las diferencias de oportunidades que las unidades tienen para llevar a cabo su quehacer. “Yo provengo de una Facultad que sí tiene oportunidades, hay proyectos, empresas, proyectos nacionales concursables, como Fondecyt y Fondap, y un cuerpo académico robusto que tiene acceso a este tipo de recursos y le da oportunidad. Sin embargo, el Estado, el Gobierno, no plantea el mismo tipo de oportunidades a muchas de las Facultades nuestras y nuevamente ahí hay una tarea pendiente y de esta Universidad con aquellas áreas que fueron duramente deterioradas durante la dictadura, por ejemplo, las humanidades, las ciencias sociales y el arte. Ese elemento interno de heterogeneidad no es sustentable a futuro en una Universidad que esperamos sea de excelencia internacional”, resaltó.
A estas diferencias de oportunidades, el Prof. Pérez agregó la heterogeneidad del nivel de la docencia de pregrado y postgrado, de los niveles de investigación y creación, y principalmente de la capacidad para atraer e incorporar a académicos jóvenes.
Prof. Luis Riveros:
Desarrollo y fortalecimiento académico
Junto con coincidir con los otros aspirantes al sillón de Bello en lo referido a la carencia de políticas de Estado en materia de educación superior, el Prof. Luis Riveros señaló que no hay un problema de diálogo o de instrumentos, sino un problema de voluntad política de parte, particularmente, del Ministerio de Educación. “Aquí hay un desorden en el sistema que en gran medida está favorecido por el hecho de que todos los grupos de interés en este país tienen una Universidad o alguna institución de educación superior. Este es un tema en el que yo concuerdo que tenemos que romper como Universidad”, dijo.
Enfatizó que durante el último tiempo se han estado desarrollando tres elementos fundamentales. El primero es la normalización institucional de la Universidad, que corresponde al nuevo estatuto; el segundo es el establecimiento de las orientaciones estratégicas de la Corporación, que enfatizan la reforma de pregrado y la consolidación de metas en postgrado e investigación; y el tercero es la normalización presupuestaria, que ha llevado a la institución a alcanzar tres elementos importantes: la reducción de su déficit operacional, la renegociación del pago de la deuda de la Universidad de Chile y el desarrollo de un programa de inversión.
Respecto a los temas pendientes, dijo que “lo primero es la necesidad de un programa de desarrollo y fortalecimiento académico, el que tiene que ver con cuatro elementos: el incentivo a la docencia por medio de un Fondo de Desarrollo, la creación de un nueva pauta para el sistema de calificación académica, un programa de mejoramiento de remuneraciones y un programa de desarrollo de los académicos jóvenes”.
Precisó que los instrumentos para esto, se pueden resumir en torno a los siguientes puntos; en primer término, las gestiones que ya se han estado realizando para llevar adelante un programa de jubilación adecuado; segundo, un programa de redistribución del presupuesto universitario, en el que todos los aranceles queden en las facultades respectivas y el Aporte Fiscal Directo (AFD) se redistribuya entre las diversas unidades académicas; y tercero, la creación de un Fondo de Desarrollo “que expanda el ya creado sobre materias de inversiones y que considere la contribución de todos los organismos para superar, lo que el Decano Pérez muy bien señala, como un problema de inequidad”, manifestó. En cuarto lugar, se refirió al establecimiento de una nueva pauta de calificación, que precisamente debe estar facilitada por el nuevo estatuto.
Otro aspecto relevante apunta a la carrera funcionaria que, según dijo, “en nuestra institución es inexistente y eso da lugar a una gran cantidad de injusticias, arbitrariedad y muchas veces -reconozcámoslo- una gran cantidad de ineficiencia en el sistema de progreso dentro de nuestra institución para los funcionarios”.
Respecto al bienestar estudiantil sostuvo que hay un déficit sustantivo de política estatal. “Creo que la Universidad debe colaborar más, en el marco de sus limitaciones presupuestarias, en los temas de bienestar estudiantil. No hay duda, pero evidentemente aquí hay una responsabilidad del Estado que se ha manifestado en la afirmación de que ningún estudiante con capacidad debe quedar fuera de la Universidad por disponibilidad de condiciones, y a mí me parece que esto no se ha cumplido y que todos los años nos está creando gran cantidad de problemas”, subrayó.
Otro elemento que a juicio del académico resulta de vital importancia, guarda relación con la investigación y, en tal sentido, señaló que le parece fundamental “la necesidad de tener el financiamiento para proyectos multidisciplinarios y que hoy día deben constituir una de las razones de ser de la Universidad de Chile”.
Al abordar el tema de la política de postgrado y postítulo, destacó la creación de catorce nuevos programas de doctorado, y recordó que las orientaciones estratégicas de la Universidad de Chile sostienen que el plantel debe posicionarse en ese ámbito y que ésta debe ser una de las ventajas claras que tiene la Corporación y fortalecerla en el futuro.