QUÉ PALABRA
TE DIJERA
¿Qué
palabra te dijera
que llegue a tu corazón
con la fuerza que al enfermo
lleva la muerte su voz,
reinando sobre lo humano
y toda la creación?
Cuando yo la modulaba
sólo pensaba en tu amor,
de manera que mi orilla
con la tuya se juntó,
y fue tan vivo el recuerdo
que mi alma se dibujó.
Mariposa que dormía
tranquila dentro de mí.
Se despertó de repente
queriéndoseme salir
por todos los caminitos
de mi cerebro sin fin.
Como no tengo palabras
que aclaren mi corazón
te mandaré por el aire
el eco de mi canción,
en ella va dibujada
la forma de mi pasión.
GRACIAS A LA VIDA
Gracias a la vida
que me ha dado tanto.
Me dio dos luceros que, cuando los abro,
perfecto distingo lo negro del blanco,
y en el cielo su fondo estrellado
y en las multitudes el hombre que yo amo.
Gracias a la vida
que me ha dado tanto.
Me ha dado el oído que, en todo su ancho,
graba noche y día grillos y canarios;
martillos, turbinas, ladridos, chubascos
y la voz tan tierna de mi bien amado.
Gracias a la vida
que me ha dado tanto.
Me ha dado el sonido y el abecedario,
con él las palabras que pienso y declaro:
madre, amigo, hermano y ,luz alumbrando,
la ruta del alma del que estoy amando.
Gracias a la vida
que me ha dado tanto.
Me ha dado la marcha de mis pies cansados;
con ellos anduve ciudades y charcos,
playas y desiertos, montañas y llanos,
y la casa tuya, tu calle y tu patio.
Gracias a la vida
que me ha dado tanto.
Me dio el corazón que agita su marco
cuando miro el fruto del cerebro humano;
cuando miro el bueno tan lejos del malo,
cuando miro el fondo de tus ojos claros.
Gracias a la vida
que me ha dado tanto.
Me ha dado la risa y me ha dado el llanto.
Así yo distingo dicha de quebranto,
los dos materiales que forman mi canto,
y el canto de ustedes que es mi mismo canto
y el canto de todos, que es mi propio canto.
Gracias a la vida que me ha dado tanto.
CORAZÓN MALDITO
Corazón,
contesta,
por qué palpitas, sí, por qué palpitas,
como una campana
que se encabrita, sí, que se encabrita.
¿Por qué palpitas?
¿No ves
que la noche
la paso en vela, sí, la paso en vela,
como en mar violento
la carabela, sí, la carabela?
Tú me desvelas.
¿Cuál
es mi pecado
pa' maltratarme, sí, pa' maltratarme,
como el prisionero
por los gendarmes, sí, por los gendarmes?
Quieres matarme.
Pero a tí
te ocultan
duras paredes, sí, duras paredes
y mi sangre oprimes
entre tus redes, sí, entre tus redes.
¿Por que no cedes?
Corazón
maldito
sin miramiento, sí, sin miramiento,
ciego, sordo, mudo
de nacimiento, sí, de nacimiento.
Me das tormento.
ME GUSTAN LOS ESTUDIANTES
¡Que vivan
los estudiantes,
jardín de las alegrías!
Son aves que no se asustan
de animal ni policía,
y no les asustan las balas
ni el ladrar de la jauría.
Caramba y zamba la cosa,
¡que viva la astronomía!
¡Que vivan
los estudiantes
que rugen como los vientos
cuando les meten al oído
sotanas o regimientos!
Pajarillos libertarios,
igual que los elementos.
Caramba y zamba la cosa
¡vivan los experimentos!
Me gustan los estudiantes
porque son la levadura
del pan que saldrá del horno
con toda su sabrosura,
para la boca del pobre
que come con amargura.
Caramba y zamba la cosa
¡viva la literatura!
Me gustan los estudiantes
porque levantan el pecho
cuando les dicen harina
sabiéndose que es afrecho,
y no hacen el sordomudo
cuando se presenta el hecho.
Caramba y zamba la cosa
¡el código de derecho!
Me gustan los estudiantes
que marchan sobre la ruina.
Con las banderas en alto
va toda la estudiantina:
son químicos y doctores,
cirujanos y dentistas.
Caramba y zamba la cosa
¡vivan los especialistas!
Me gustan los estudiantes
que van al laboratorio,
descubren lo que se esconde
adentro del confesorio.
Ya tienen un gran carrito
que llegó hasta el Purgatorio.
Caramba y zamba la cosa
¡los libros explicatorios!
Me gustan los estudiantes
que con muy clara elocuencia
a la bolsa negra sacra
le bajó las indulgencias.
Porque, ¡hasta cuándo nos dura,
señores, la penitencia?
Caramba y zamba la cosa
¡que viva toda la ciencia!