Narrativa
SILVIANA RIQUEROS (Chile)
DESDE LA CAMA
Mónica, Mónica, me dijo hoy por la mañana, ¿lo podrás creer? Se había olvidado de mi nombre
- ¿Cuál es su gracia? me dijo el Oficial
- ¿Mi gracia? le dije, perpleja
- Sí, su gracia
- No tengo le dijeSu "gracia" -pensé-. ¡Qué ridículo!, vivo a penas; el hombre más poderoso del mundo dando explicaciones, y yo, pensando en que había olvidado mi nombre. ¿Tenía acaso alguna importancia? ¿Quién era yo?
- Usted no tiene identidad, me dijo
- Sin gracia usted no tiene nombre ¿O tiene un número o sigla que la identifique?
- Bueno...,vivo en una casa que tiene tres números: 5 - 1 - 3. ¿Le dice algo eso?- Mónica, Mónica, ¡Levántate! -gritó ella - es tarde, debes partir-. Insistía en que yo era una M,Ó,N,I,C,A.
Me perdí, la habitación se transformó en un lugar desconocido por mí, su rostro, su cuerpo tan humanos me parecieron imperfectos y le dije:
-He nacido con la sangre que lleva el río de la ciudad. A puntapiés abriste mi puerta, entraste en mi casa y no sabes mi nombre. El vacío y tu silueta sostienen la muerte que anda cerca. ¿Cuál es el nombre de la muerte?, le dije.
-Mónica,- contestó.Su voz no era más su voz, era la impureza que hablaba por su boca, su olvido, el amor que perdió ayer. Tributo: muerte. Pensé.
- Metí Obligada Navaja Inserta Calmada Adentro, Oficial.
- ¿Quién es la muerta? -me dijo.
- Mi madre -contesté.
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