GENERACIÓN "GOLPE DE DADOS"

Generación de "Golpe de Dados" fue el nombre que le asignó el profesor Jaime Alstrum en la Historia de la Poesía colombiana publicada por la Casa de Poesía Silva, a aquel grupo de poetas posteriores al Nadaismo, nacidos entre los años 40 y 70, y quienes aparecían en distintos panoramas literarios identificados como Generación sin nombre, Generación desencantada o Generación del desarraigo.
La mayoría de estos poetas comenzaron a publicar en la década de los 70, por la misma época que hace su aparición la revista de poesía Golpe de Dados.
Esta generación realiza a través de su obra una lectura de toda la tradición lírica colombiana para traducirla en un lenguaje coloquial, reflexivo y testimonial.
La selección realizada para la presente antología, hubiera podido ser más generosa, al abarcar muchos más nombres pero el espacio nos reduce a unos pocos, esperando en el futuro hacer diversas muestras de la nueva poesía de nuestro país.
Con el presente número se culmina el homenaje que la revista Golpe de Dados y su director Mario Rivero, le ofrecieron a los distintos grupos y movimientos que construyeron la historia de la poesía colombiana en el siglo XX.

La selección estuvo a cargo de los poetas Mario Rivero y Federico Díaz-Granados.

KAMPEONES

En la revista del colegio
una fotografía de veinte años atrás
donde estamos posando sudorosos
después de la victoria.
Todos tenemos un aire de grandeza
que hemos ido gastando:
El gallego Tomás, el pecoso Pedroza
el maracucho Antonio,
que hizo un gol memorable
y ahora tiene una casa de citas en Valencia.
El tatareto Vega
que era puntero izquierdo
y ahora juega a político
por el ala derecha.
Siboney el negrito centro - medio
y Juan Ramón "Pocillo"
porque tenía una oreja solamente.

A1 respaldo con mi letra de entonces
una larga leyenda que comienza:
Campeones (con K)...
el nombre y los apodos del equipo,
los goles y su hazaña
con fecha y hora
de esa tarde de marzo cuando fuimos
brevemente inmortales.

MIGUEL MÉNDEZ CAMACHO (1942-)

 


EJERCICIOS DE SOLEDAD


I
Estamos solos la mosca y yo
en esta tarde de sábado.
No intento sorprenderla como ella,
que surge sin saber cómo
mientras levanto la vista del libro donde leo
de atardeceres y congojas.
Lo más admirable de la mosca no es su vuelo geométrico
ni su lenguaje de figuras,
sino esa suerte echada que la distingue
y que la obliga a aceptar el destino
de haber llegado a morir a este sitio sin boñigas,
donde el único horizonte posible es la almohada.
Es evidentemente joven la mosca,
de pequeño tamaño, silenciosa, casi aséptica,
ni siquiera con el deseo de encontrar una borona,
un compañero,
con el que pueda hablar de sus preocupaciones de mosca
- que yo ignoro,
de viajes al basurero y a los desperdicios,
que ella haría con actitud deportiva en caso de no haberse
extraviado aquí
lejos de sus hermanas.
Sé bien que las moscas no son acariciables
menos con el pensamiento,
de suerte que me acostumbro a pensar en ella
como un hecho súbito que surge y desaparece,
para nada necesitada de mí o de mi creencia,
satisfecha consigo misma en sus esguinces y rincones.
Esta mosca es lo menos mosca que haya conocido,
pero ella debe saberse mosca para ser tan encantadoramente solitaria:
toda clasificación parte de mí, a ella la tiene sin cuidado
ser mosca u hombre o elefante,
en su fuero íntimo le importará poco que ella sea hombre y yo mosca,
y no se extrañará de no verme volar
cuando compruebe que llevo mis dos patas a la cabeza
y la sacudo para que produzca palabras y pensamientos,
o cuando suene el teléfono trayéndome tus noticias
o cuando me siento descuidadamente cerca del periódico,
mientras le ayudo a que aparezca muerta y ya. Como yo, como todos.

FERNANDO GARAVITO (1944 - )

 


POEMA DE LOS HADOS

Soy hija de Benito Mussolini
y de alguna actriz de los años 40
que cantaba la "Giovinezza".
Hiroshima encendió el cielo
el día de mi nacimiento y a mi cuna
llegaron, Hados implacables,
un hombre con muchas páginas acariciadas
donde yacían versos de amor y de muerte;
la voz furiosa de Pablo Neruda;
bajo su corona de ceniza, Wilde
bello y maldito,
habló del esplendor de la Vida
y dé la seducción fatal de la Derrota;
alguien gritó "muera la inteligencia",
pero en ese mismo instante Albert Camus
decía palabras
que eran de acero y de luz;
la Pasión ardía en la frente de Mishima;
una desconocida, sombra o máscara,
puso en mi corazón el Paraíso Perdido
y un verso:
"par delicatesse j'ai perdu ma vie".
Caía la lluvia triste de Vallejo
se apagaba en el viento la llama de Porfirio;
en el aire el furor de las balas
que iban de Cúcuta a Leticia, se cruzaban
con los cañones de "Casablanca"
y las palabras de su canción melancólica:

"El tiempo pasa,
un beso no es más que un beso..."

Así me fue entregado el mundo.
Esas cosas de horror, música y alma
han cifrado mis días y mis sueños.

MARIA MERCEDES CARRANZA (1945-)

 

Si las nubes no anticipan en sus formas la
historia de los hombres
Si los colores del río no figuran los designios del
Dios de las Aguas
Si no remiendas con tus manos de astromelias las
comisuras de mi alma
Si mis amigos no son una legión de ángeles
clandestinos
Qué será de mí.

RAUL GOMEZ JATTIN (1945-1997)

EL DILUVIO

Hizo correr el agua por la tierra
como un poeta hace correr el fuego
por sus viejos poemas
-pero hubo uno:
un hombre o un poema-
y viendo que era bueno
lo preservó en el arca
para empezar de nuevo,
como un viejo poeta
que no logró librarse
de su invento.

AUGUSTO PINILLA (1946- )

 

MESTER DE CEGUERIA

I
Desde la terraza, a la hora en que el sol cernía picos de pájaros azules, mi madre y yo
mirábamos el patio en la casa de los ciegos.

II
Los niños ciegos reemplazaban el balón por una caja de lata y jugaban con el ruido. Cuando el
ruido rodaba hacia algún lugar del patio, los niños lo perseguían, lo pateaban corriendo entre
las sombras.

III
Mi madre y yo en la terraza. Y abajo, ángeles de la sombra corrían como locos tras del ruido.
Después nuestra casa era una jaula. Mi madre paseaba por la alcoba limpiando el ojo a los
retratos de sus muertos. Yo escuchaba el deslizar de las sombras en la estancia.

IV
Entre árboles que levitaban su floración oscura, la casa nos guardaba de la tarde tempestuosa.
Y ya de noche, acomodado al recinto del sueño, como un ciego perseguía el ruido de agua de
aquella mujer desconocida.

V
Preguntaba por la extranjera, sin pensar que somos extranjeros en el sueño. Me paseaba con
un gorro de cascabel por jardines lluviosos, escuchando el techo piafante de un establo o un
ruido de biblias en los cuartos vecinos.

VI
La noche me tatuaba.

JUAN MANUEL ROCA (1946-)

 

JÚBILO

No faltarán palabras para cantar el júbilo,
siempre tendré un murmullo.
Para abrir el silencio,
para herir la clausura de la noche
siempre tendré en mis labios un balbuceo,
un canto, una balada,
nunca un eco que roce mi boca o mi destino.
Nunca vendré de nadie para alabar tu cáscara,
sobrarán los instantes para besarte íntegra.
No faltarán sonrisas
ni goces en las ceremonias improvisadas.
Todo se hará a su tiempo y será pronto.
Ahora abandonémonos a este ocio invisible.

JOSÉ LUIS DÍAS-GRANADOS (1946-)

 

RAZONES DEL AUSENTE

Si alguien les pregunta por él,
díganle que quizá no vuelva nunca o que si regresa
acaso ya nadie reconozca su rostro; díganle también que no dejó
razones para nadie, que tenía un mensaje secreto, algo
importante que decirles
pero que lo ha olvidado.
Díganle que ahora está cayendo, de otro modo y en otra
parte del mundo, díganle que todavía no es feliz,
si esto hace feliz a alguno de ellos; díganle también que se fue
con el corazón vacío y seco
y díganle que eso no importa ni siquiera para la lástima o el perdón
y que ni el mismo sufre por eso,
que ya no cree en nada ni en nadie y mucho menos en el mismo,
que tantas cosas que vio
apagaron su mirada y ahora, ciego, necesita del
tacto, díganle
que alguna vez tuvo un leve rescoldo de fe en Dios, en un día de sol,
díganle que hubo palabras
que le hicieron creer en él amor y luego supo que el amor dura
lo que dura una palabra.
Díganle qué como un globo de aire perforado a tiros,
su alma fue cayendo hasta el infierno que lo vive y
que ni siquiera está desesperado y díganle que a veces piensa
que esa calma inexorable es su castigo; díganle que ignora
cuál es su pecado y que la culpa
que lo arrastra por el mundo la considera apenas otro dato del problema
y díganle que en ciertas noches de insomnio y aun en otras
en que cree haberlo soñado,
teme que acaso la culpa sea la única parte de si mismo que le queda
y díganle que en ciertas mañanas llenas de luz
y en medio de las tardes de piadosa lujuria y también
borracho de vino en noches de lluvia
siente cierta alegría pueril por su inocencia y díganle
que en esas ocasiones dichosas habla a solas.
Díganle que si alguna vez regresa, volverá con dos cerezas en sus ojos
y una planta de moras sembrada en su estómago y una serpiente
enroscada en su cuello.
Y tampoco esperará nada de nadie y se ganará la vida honradamente,
de adivino leyendo cartas y celebrando
extrañas ceremonias en las que no creerá y díganle
que se llevó consigo algunas supersticiones, tres fetiches,
ciertas complicidades mal entendidas y el recuerdo
de dos o tres rostros
que siempre vuelven a el en la oscuridad
y nada.

DARÍO JARAMILLOAGUDELO (1947-)

 

AGONÍA

A: Arshile Gorky

Mis palabras más discretas
ocultan las heridas de sus lomos
La verdad es un lugar solitario
y todo es demasiado poco

Un gallinazo ominoso
retire su dibujo circular
como una cinta de luto
alrededor del brazo del verano

El domingo se ha puesto su camisa azul
y tu ausencia se calienta al sol

Mañana se arrima al jamás:

SAMUEL VASQUEZ (1949-)

EL SÓTANO (Fragmento)

El sótano es una cárcel, una camisa
de fuerza, y esta es tu casa
y tu me has puesto en este sótano
yo soy ese preso que gime, que grita
y tu me trituras, mientras yo crujo a la luz de la vela
como las escaleras. ¿Que hago yo en este sótano?
¿Cuál es el camino? ¿Que hago restregando
estos pisos? ¿Mirando las cucarachas aplastadas
en la pared, mientras yo restriego furiosamente
este sótano, este suelo?

JAIME MANRIQUE ARDILA (1949 -)


LA VISITA

El misterio de tu huella hiende el aire,
No testimonia la arena el pie que la visita.
Así llegas con tu traje de ángel
Y tu diaria costumbre de salvar a los pájaros.
La luz de tu mirada reclama este poema,
Y es como si me vieras en la melancolía
De las tres de la tarde.

OMAR ORTIZ (1950-)


TERCA SEÑAL

En un rincón de la mañana,
bajo el lívido sol, como una ampolla
de la hirviente ciudad,
los excrementos:
Terca señal de que allí estuvo un hombre.
¿Qué fantasías poblarán sus sueños?

PIEDAD BONNETT (1951- )

 

EL OJO

El ojo se deja habitar por la luz
la luz entra en él como en su casa
y allí se aposenta y edifica
el juego de sombras del mundo.

RÓMULO BUSTOS (1954 - )


El desorden y su beneficio mayor:
que lo que desapareció aparezca,
que lo que murió reviva,
que el tiempo de empezar siga al de sucumbir
que al tiempo suspendido de los que no tienen impulso
siga la expectativa maravillosa de lo que nunca ocurrirá.

VICTOR GAVIRIA (1955 - )


ESTALLIDO

El poema estaba por salir
pero las rejas milimétricas, las rejas metafísicas
las nerviosas rejas
lo sostenían en el lado horizontal de la memoria .
... El estallido se produce,
la línea horizontal deviene multitud de líneas
y el poema baja hasta la más tranquila hoja.

ORIETTA LOZANO (1956 - )


(RECOMENDACIONES DE CEZANE ALAS MUJERES QUE LE SERVÍAN DE MODELOS)

Olvida que el deseo es un monstruo
con una bolsa de leche en la mano.
Olvida la lámpara de hojas secas
que es el cadáver de tu padre.
Olvida que la nieve germina sin compasión
porque en la mañana injuriaste al espejo
y tu tristeza reflejaba solo media sombra.
Olvida la escena de uno de tus corazones
ahorcado por la línea de un renglón de cuaderno.
Olvida los nudos del corazón umbilical
que une tu canción favorita con la muerte.
Haz todo lo posible por ser una manzana.

FLOBERT ZAPATA (1958 - )

 

La mañana
casi nunca coincide con la creación
que suele esperar,
como el relámpago en la tormenta
la intimidad de la tierra,

Para asaltarnos en la más sórdida calleja
a un paso de pervertirnos.

ORLANDO GALLO (1959 - )

 

SOLIDARIA

Entonces
inventaré golondrinas
para lucir este sol
que tanto nos duele.

Pero no te hagas ilusiones
que yo no fabrico aves
ni guardo soles;
solamente me duelo contigo
y espero la noche.

ANA MILENA PUERTA (1961 - )

 

LA VENDEDORA DE AVES

No contenta con la venta de gorgojos, ajos, lirios
Y alacranes de colores agrios,
La mujer se convirtió en vendedora
De aves de mal agüero, pájaros carnívoros,
Murciélagos y mariposas de lentos adagios.
Poco satisfecha, al son del presagio de los cantos,
Intentó penetrar en el infierno
Para capturar el vuelo de las aves rojas
Y llevarlo envuelto con flores de álamos
Al lugar donde procura hallar el Paraíso.

GABRIEL ARTURO CASTRO (1962 -

 

PELUQUERO

Solo ante un dios inclina uno la cabeza
y cierra confiado los ojos

Solo ante un dios entrega uno sus pensamientos
indefenso y sin miedo

El poema es el oficio de las manos de un hombre
Un dios sostiene firme el pulso del peluquero

ROBINSON QUINTERO OSSA (1959-)

 

ABOLENGO

Del polvo
de las cenizas turbias
de los huesos roídos por el tiempo
de la carne que se deslíe mordida por los venenos de la tierra
de esos versos que desmenuza Dios
yo vengo

RAFAEL DEL CASTILLO MATAMOROS (1962 - )

 

LA MANTARAYA

¿Provienen de las mantarrayas los pájaros?
¿De aquellas criaturas cartilaginosas?: peces aun:
Señores de los abismos, aprendices del vértigo.

¿Cómo se respira por vez primera? ¿Lo recuerdas?
¡Ah, polvo de estrellas!

¿Qué descubriste al salir que te dio plumas?

JORGE MARIO ECHEVERRY (1963 - )


SILOGISMO

Y si uno que huye perseguido se detiene por un segundo
para leer este poema en el que un hombre perseguido
se detiene un instante para asomarse en un poema
que le salva de sus perseguidores,
y un disparo le atraviesa el corazón.

JOHNFITZGERALD TORRES SANMIGUEL (1964 -)

 

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