TEXTOS DEL VIDEO MUERTE SIN FIN

Por Damaris Calderón

 

GUIJARROS

Hojarasca del mar
De la inutilidad de los deseos
nacen las costas
Duras formas concisas
Ilusorias empalizadas.
León Felipe les cantó
astros que nadie nota
Y ese dolor no cabe en los bolsillos
De quien se agacha por curiosidad
Húmedas piedras que sangré
No pìedras pedernales
Así ha sido mi vida
Algo que brilla oscuro allá en el fondo.

 

MI PROPIA CARA:
Un pozo ciego

 

NATURALEZA MUERTA
Nada delata la pasión el cansancio
Días imaginables
En la vida de un hombre.
El cuchillo
La sangre
La boca contra el suelo
La cabeza estrellada
Yacen con la misma impasibilidad
Que la mesa
La cesta
La rodaja de pan
El florero
Las frutas.

 

MI CABEZA ESTA EN OTRA PARTE

Literalmente:
Literalmente:
Fuera del camino.
Como el herido
convaleciente que
no puede ser
llevado en hombros.

Monsiur Guillotind
Inventó una máquina
para separar
la cabeza del cuerpo.

(La cabeza cortada
contempla las cosas tal como son;
el Presente puro, sin ningún significado,
sin arriba ni abajo,
sin simetrías, sin figuras.
Sin desesperación.)

Rápida y eficaz.
Como el racionalismo.

 

Es un oficio duro
Me dice el verdugo el sepulturero
Y acomoda cadáveres
Montón de carne humana con naturalidad
El no ha leído a Shakespeare suda
Quiere que esto termine cuanto antes.
Cuando regrese a casa
Golpeará a su mujer besará a sus hijos
Se dormirá en paz como cualquier difunto.

 

CESPED INGLES

Los segadores
tienen una rara vocación por la simetría
Y recortan las palabras sicomoro,
serbal, abeto, roble.
Guardan las proporciones
como guardan sus partes pudendas.
Y ejercen sin condescendencia
El orden universal
Porque el hombre
-como el pasto-
también debe ser cortado.

 

SILABAS.ECCE HOMO

Hablar del pájaro parlante
Parlanchín posado en una rama
Canatando (como diría Juan Luis Martínez)
En pajarístico.
Y el hombre es una lápida
Un cuarto oscuro, una silla vacía
Y una lámpara.
El que se aproxima a la lámpara
Puede encontrar una salida
(o la ilusión de una salida).

¿Hay salida posible hacia fuera
o toda salida es hacia dentro,
hacia el reino de la raíz?
Hundirse como Virginia Woolf
Con los bolsillos llenos de piedras en el río.
He ahí la verdadera ganancia.
Lo que no alcanzan los nadadores de superficie.

El optimismo es una bandera a media asta
Pero ostentada con júbilo.
Un consuelo o un autoconsuelo:
"Yo me levanté de mi cadáver y fui en busca de quien soy".

Como el cirujano corta,
Las sílabas se parten.
Carne de la escisión,
Escisión de la carne.

Un pájaro vino con la cabeza vendada
una esquirla de la tercera guerra mundial
Apollinaire cantando en una jaula
los tetradragmas de oro de Ezra Pound.

Como la liebra en el soto,
La palabra en el lenguaje.
La anguatia salta el perímetro
Y echa a correr por las azoteas.

 

EL ASESINO

El asesino es un bello animal Socrático, pero al revés. Si Sócrates reprimía sus impulsos, el
asesino, con diafanidad, los saca a la luz.El no vela por su alma, sino por las nuestras.
Todos los Estados saben que las coartadas del asesino son nuestras coartadas, que él asume
generosamente.
El asesino es así el elemento estabilizador de la comunidad, la pieza que nos permite creer
en ese refinamiento supremo de la crueldad: la cultura. (Nietzsche).
Cuando las noticias de la prensa vienen manchadas de sangre, la mano tiembla, la leche se
derrama. Como tigres alimentados con zanahorias, sentimos que el asesino redime la
especie. Nuestros impulsos, nuestros apetitos, nuestras latencias, son ejecutadas por la
mano del asesino.
¿Qué sería de nosotros sin el asesino?
Gracias al asesino podemos descansar en paz.
Somos civilizados. Repudiamos la pena de muerte.

 

EL HILO

Trato de contar esta historia como mi madre usa el hilo.
Mi madre enrrolla el carretel en su dedo izquierda, corta la hebra con los dientes y la
puntada fluye. Pero mi historia se parte, y antes entrara el rico y el camello por el ojo de
una aguja.
Como en una foto desvaída, siempre tengo un año y mi madre veintinueve, inclinada sobre
mí, con el pelo cayéndole sobre la cara. La belleza de mi madre es de una intensidad
dolorosa:Pero las enfermeras llegan y me salvan -a mí, para mi madra- del cierre del
cordón umbilical.
Llamo historia al desgarrón para distanciaaarme. Mantengo la distancia precisa entre la
aguja y el hilo, lo que va de una niña de un año a una anciana de veintinueve.
Trato de contar esta historia como mi madre.
Mi madre enrrolla el carretel en su dedo izquierdo, corta la hebtra con los dientes y la
puntada fluye. Pero mi historia se parte, y antes entrara el rico y el camello por el ojo de la
aguja.

 

Ver rostros en las pìedras
Piedras en los rostros
El árbol
Axis mundi
Me rompí la columna vertebral.
Me
  rompí
la
   
co-
 
 
lum-
 
na
 
ver-
 
 
te-
   
bral.
 

 

VENTANA DE HOSPITAL

Apestan
como las tropas de un comboy
en marcha.
Sólo que no hay comboy
Ni son sobrevivientes
De ninguna guerra.
Anclados
Vaciados en sus camas
Todavía respiran.
Esperan
Una posible redención.
Gritan en sueños.
Acercan
Lo que fue un rostro
Donde
Sólo
Está viva
La rama.

 

VENTANA DE HOSPITAL (II)

Sobre los desperdicios
el sol también se pone.
El médico raspa esos cuerpos
Como el pintor la espátula.

Hasta dónde son cuatro estas paredes
Es algo que no podría decir mi mano izquierda
Ni la derecha
Ni las dos cortadas
Buscándose
En qué fatal
Resignación.

Aguzan

 

 

Picotean sus ángolos  
Crecen
Como una enfermedad desconocida
Estas paredes
Hasta dónde
Infinitamente
Cuatro.

 


Si la desesperación es al hombre
Lo que al mono su cola,
¿esta enfermedad no es mortal?

 

"Y yo no soy y yo no soy y yo no soy"
Con la cabeza apoyada en el hacha y la mano apoyada en la cabeza
( y yo no soy y yo no soy y yo no soy)
sin saber cuál de las dos es más superflua, bajando en una yegua a tropezones:
Memento morti.
( y yo no soy y yo no soy y yo no soy).
Con el gusano labrándome el costado y las sobras del día reteniéndome. Como a
cualquier hijo pródigo.

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