¿Cómo
ha sido vivir siendo sacerdote, poeta y revolucionario?
Para mí ha sido una sola vocación. Yo nací
con la vocación de poeta, fue la primera. Luego, a los 31 años,
yo tuve una conversión a Dios -descubrí a Dios como la
belleza y el amor, lo que un poeta filósofo místico colombiano
y laico, ha llamado 'la belleza que tiene siempre los dientes juveniles'.
Y entonces yo me enamoré de Dios y tuve una conversión
a Dios, pero también después una conversión al
pueblo, y la revolución cubana sobre todo me convirtió
a la Revolución. Y para mí ha sido la misma vocación
también el marxismo y la lucha armada por la liberación.
Y la revolución chilena también. Y la revolución
del mundo, y la revolución del Evangelio. Es lo mismo, para mí.
¿Qué
relación existe actualmente entre los textos poéticos
y el mundo indígena?
En realidad yo casi no conozco, en la poesía actual -ni en castellano
ni en inglés ni en otro idioma -, algo que trate de lo indígena.
Mi poesía sí; en gran parte se dedica a hablar de los
indios y de los textos indígenas y de su misticismo y sabiduría.
Y ese poema, Cántico Cósmico, no sólo tiene las
cosas científicas de la física y de la astrofísica,
sino también la tecnología y antropología. Es lo
que le puedo decir.
¿Qué
piensa usted del proceso de privatización que viven las universidades
chilenas?
Desconozco eso. Ustedes -los chilenos- son los que pueden hablar de
eso. Ustedes: no preguntármelo a mí. Lo que te puedo decir
es que en Nicaragua se está privatizando todo: la salud, la vida.
Todo. Y no sólo en Nicaragua; en todos los países está
ocurriendo lo mismo, con eso que se llama la globalización.
¿Cómo
mantener en estos tiempos la esperanza, con una Iglesia muy distinta
a la suya?
Tenemos que ser optimistas si somos cristianos, y también optimistas
si somos revolucionarios. Tenemos que creer en el triunfo de la Revolución;
como lo creyó también Allende en los últimos minutos
de su vida, como se lo dijo al pueblo de Chile.
Esta iglesia institucional no sólo es distinta de lo que yo digo;
es también distinta de Jesucristo. En el siglo tercero ya la
Iglesia empezó a traicionar al Evangelio. Nuestra fe es en el
Evangelio, y el Evangelio lo que enseña es la fraternidad, el
amor de los hombres, la religión del amor al prójimo.
No hay otra religión más que esa. Y es lo mismo que decir:
la Revolución.
¿De
dónde arrancan sus poemas de amor?
Yo había tenido una conversión. Mis veinte años
fueron mi época de amores a las muchachas. Entonces, mi poesía
era amorosa (están en algunos de mis epigramas). Y después
siguió siendo amorosa con el amor a Dios, cuando Dios se me reveló
como belleza, como la muchacha de las muchachas. Y después también
el amor al pueblo. El amor a dios no puede existir sin el amor al pueblo.
¿Cuál
es su situación en la Nicaragua actual?
La revolución sandinista se frustró; perdió unas
elecciones por la injerencia de EE.UU (como también la hubo en
Chile). Pero eso no destruyó la Revolución, porque podía
haber continuado como Revolución en la oposición a un
gobierno burgués; pero lo malo es que la mayor parte de los líderes
de la cúpula de poder del partido se corrompió con la
pérdida de las elecciones: se desmoralizaron, comenzaron a robar
en grandes cantidades -millones de dólares-. Y ese partido ya
no es, entonces, el partido de la Revolución. Y mucho, de lo
mejor que había en la Revolución, salió del partido.
El partido, burocráticamente, sigue existiendo con Daniel Ortega,
que es el que lo monopoliza y manda allí de una manera estalinista
y absolutista, con algunos otros de la dirección nacional. Y
entonces han llegado a una corrupción mayor que es la de hacer
alianza con el actual gobierno (que es ultra corrompido)
Y estamos a punto de tener una nuevas elecciones, en las que no va a
haber más que dos candidatos: Daniel Ortega y el candidato del
partido de gobierno.
Hay muchísimos, pues, que estamos siendo sandinistas, pero fuera
del partido. Yo soy sandinista; soy revolucionario, y soy marxista y
cristiano.
¿Sus
memorias -que son algo muy impresionante y que han sido una de sus últimas
obras en las que usted cuenta de una manera tan franca y honesta sus
sentimientos más íntimos- usted las tituló "Vida
Perdida". ¿Por qué no nos cuenta por qué?
Vida Perdida -que es el título de las memorias que estoy escribiendo-
está tomada de una de las frases de Cristo en el Evangelio: "El
que quiera ganar su vida, la perderá; y el que pierde su vida
-por mí-, la ganará".
Yo considero que mi vida la entregué a Dios, y en ese sentido
la perdí; y espero que la pueda haber ganado. Pero tampoco hay
triunfalismo en el título que uso porque también algunas
veces quise no entregarla y no perderla y ganarla. Y, por lo tanto,
la perdí; es decir, es algo que se gana y se pierde y se pierde
y se gana. Es ambivalente, como en la misma frase de Cristo lo es; y
como ha sido mi vida también -ganando y perdiendo.
Pero solamente se ha publicado el primer tomo. Y ahora estoy viendo
que hay una editorial que lo publique de nuevo, con los cuatro tomos
que van a ser; porque la primera edición se publicó solamente
en España y creo que algo ha circulado en Chile. Pero no mucho,
porque no lo han publicado las filiales de Seix Barral en América
latina. Y ahora creo que vamos a publicar el libro en Alfaguara.
Ya he escrito los tres primeros tomos y el último lo estoy escribiendo,
y trata de la revolución de Nicaragua.
¿De
qué tamaño es el dolor cuando se sabe de la muerte de
un compañero; y de qué tamaño es el dolor cuando
un compañero mata su sueño, como lo que sucedió
con el sandinismo en Nicaragua?
Pues es la pena más grande que yo he tenido en mi vida. Cuando
perdimos las elecciones. Porque nadie pensaba que las íbamos
a perder; ni la misma Violeta Chamorro ni el presidente Bush, ni la
CIA, ni los periodistas -había allí como 500-, ni los
diplomáticos, ni los sandinistas. Nunca creímos que íbamos
a perder y, de repente, esa noche, perdimos las elecciones.
Sin embargo, de ese dolor nos recuperamos a los dos o tres días,
cuando nos dimos cuenta de que podíamos haber perdido las elecciones
pero no se perdía la Revolución; y que habíamos
perdido porque era una revolución democrática y porque
las elecciones habían sido justas y honestas (y si son así
hay también el riesgo de perderlas). Si no hubiese ese riesgo,
no se podría decir que era una revolución democrática.
Ya reflexionamos sobre todo eso. En realidad no se ha perdido la Revolución,
pero sí la del partido sandinista. Esa no se recupera.
Los
gestores de las revoluciones armadas generalmente se corrompen estando
en el poder.¿Qué piensa usted del movimiento zapatista,
que es un movimiento revolucionario que no aspira a tomar el poder?
La revolución de Nicaragua no se corrompió en el poder;
se corrompió después de perder las elecciones. Y las elecciones
no se perdieron porque la Revolución hubiera sido impopular o
rechazada por el pueblo, sino por la injerencia de EE.UU: fueron ocho
años de guerra, patrocinada por las administraciones de Reagan
y Bush; fue el embargo económico, que significaba no tener comercio
con EE.UU -que era el único país con el que comerciaba
Nicaragua; fue el bloqueo económico, que significaba no recibir
créditos ni ayuda desde ninguna parte del mundo -salvo del bloque
socialista, donde no tenían dólares. Armas tal vez, pero
dólares no tenían.
Todo eso hizo que por un pequeño margen se perdieran las elecciones.
Pero la Revolución se perdió después, cuando se
desmolarizaron los sandinistas.
En cuanto a los zapatistas: creo que son una gran esperanza para nosotros
porque, igual que Sandino, que a su vez lo aprendió del propio
Zapata, no quieren el poder ni tampoco un partido político.
Señor
Ernesto: yo lo tenía catalogado como un escritor revolucionario……¿por
qué está usted en Chile, invitado por el gobierno de Ricardo
Lagos y va a recitar en la Moneda, sabiendo que este gobierno no respeta
la libertad de expresión; reprime; ha aumentado la cesantía,
etc…..por qué viene a recitarle a este gobierno?
Respeto mucho su opinión, pero no es la mía. Y por eso
vine invitado aquí a Chile: porque mi opinión no es la
suya. Aunque la respeto.
Hay
un poema suyo que me encanta; el que comienza " Al perderte yo
a ti, tú y yo hemos perdido…"¿Esa mujer lo inspiró
a crear futuros poemas, lo marcó?
No me marcó en la vida pero…sí, estaba realmente enamorado
cuando escribí ese poema. Se llamaba Claudia, ella. Se llama,
porque aún vive. Y bastantes poemas más hice también
por el amor a Claudia y a otras muchachas.
Se
ha hablado aquí de la globalización y del capitalismo
salvaje. ¿Qué papel tiene la poesía en este mundo
globalizado?
Pues el papel que ha tenido siempre. El papel que tiene, aquí
en Chile, la poesía, y que no es de ahora sino de siempre. Este
entusiasmo que hay en el pueblo por la poesía.
Y la poesía es simplemente el lenguaje humano. El que inventó
el lenguaje fue el primer hombre, fue el primer poeta. La poesía
es la comunicación humana. Y con ella también combatimos
la opresión, la globalización, la explotación,
el capitalismo.
Y estamos preparando, nosotros, para cuando se pueda, la Revolución
global, la del planeta. Y como la tierra es redonda, todo tiene que
ser reunido en un solo planeta.
Es
raro ver a un sacerdote metido en política. ¿Por qué
no nos habla acerca de eso?
Soy un sacerdote que está suspendido por el Vaticano porque yo
formé parte del gobierno sandinista. Suspensión, quiere
decir prohibición de administrar sacramentos, que se llama, en
el Derecho canónigo suspensión ad divinis, aunque un teólogo
en Italia me dijo que esa suspensión no era ad divinis sino ad
humanis.
En realidad el que los sacerdotes participen de la política no
es ninguna novedad. Los ha habido siempre. No sólo hay sacerdotes
en política, sino también obispos, cardenales y papas
en política.
Lo que era una novedad en Nicaragua era que había sacerdotes
en una Revolución. Y eso es lo que el Papa actual no quería;
quería sacerdotes en contra de la Revolución y Revolución
en contra del Cristianismo. Quería persecución religiosa
en Nicaragua, como la que había en su Polonia -en el comunismo
de Polonia. El no quería una revolución popular, como
era la de Nicaragua; con el pueblo cristiano apoyándola, y con
un sacerdote en el gobierno revolucionario. El quería una revolución
marxista , comunista, persiguiendo a la Iglesia en Nicaragua.
¿Nos
puede dar la receta, o algún consejo….cómo lograr nosotros,
como gestores culturales, que los creadores tengan un rol social?
Primero, tienen que tener interés por lo social. No necesariamente
toda poesía tiene que ser con temas sociales o políticos
o revolucionarios. Todo Arte - si es buen arte- es revolucionario, aunque
no trate ningún tema social o político. Mao Tsé
Tung decía que no puede haber arte revolucionario sin valor artístico.
Entonces, lo principal es la excelencia. Pero si uno quiere ser poeta
social y también político, pues debe de amar ese tema.
Hay un poeta del siglo XV, español, que decía que para
ser poeta había que estar enamorado o fingirse estar enamorado.
Para escribir, por ejemplo, sobre la Revolución, hay que estar
enamorado de ella; pues sino se escribe sobre una muchacha de la que
uno está enamorado o finge estarlo, como decía el poeta
español.
¿Cómo
relaciona una revolución espiritual -no violenta- con una revolución
política que hasta el momento sólo han sido armadas?
La Revolución no tiene por qué ser violenta. Marx creía
que la Revolución empezaría en los países democráticos
y más desarrollados, como Inglaterra o EE.UU o Alemania, y que
allí sería sin violencia. No resultó así.
En ciertos lugares una Revolución no es posible sino con la violencia
revolucionaria. Yo creo en lo que dijo Fidel Castro cuando vino a Chile:
cuando le preguntaron en el estadio por la violencia, dijo que la violencia
debía ser lo menos posible y usarla solamente cuando no había
otra alternativa.
¡Qué
hay en Solentiname, y por qué usted se quedó allí?
Yo ahora no estoy viviendo en Solentiname. Yo salí de un monasterio
trapense. Entonces, después de ordenado sacerdote fundé
una pequeña comunidad en Solentiname; y allí estuvimos
12 años. Era una vida semicontemplativa. Es un lugar alejado.
Aquí, un compañero mío sí vive en Solentiname.
El fue guerrillero después de haber estado en nuestra comunidad,
y después fue jefe militar de toda esa zona de Nicaragua.
Yo vivo en Managua, pero voy con frecuencia a Solentiname porque es
nuestro lugar de siempre.
Mestro:
Qué hacer en este momento en que el mundo está entregado
a la voracidad del marketing; y los poetas también se han entregado,
como diría Vargas Vila, "a ser aves domésticas del
despotismo". ¿ existe tal vez ahora una voz en que los poetas
jóvenes despierten del marasmo y comiencen a amar a su pueblo?
Yo no soy un oráculo…..A veces uno no tiene las respuestas… En
este caso yo no tengo ninguna respuesta que dar. Creo que hay cosas
en que uno mismo es el que debe contestárselas.
Señor
Cardenal: ¿ Cuál es su relación con la muerte?
Como digo en ese poema a Laureano, todos nos hemos desahuciado. Ya desde
que uno nace está muriendo. Creo que la muerte es para resucitar.
Para resucitar, primero hay que morir (Eso es lo que vino a enseñarnos
Cristo a la tierra, con su palabra y con su ejemplo).
Y entonces… podemos decir que en los cementerios no hay nadie; que no
hay para qué ir a los cementerios a poner flores, porque están
vacías las tumbas. Todos han resucitado. Los que han muerto en
el Amor.