Oscar
Torres Duque
(1963)
Nació
en Bogotá. Diplomado en estudios literarios por la Universidad Javeriana.
Ha sido profesor en diversos centros educativos, editor, ensayista
y crítico literario. Fue coordinador editorial de Altamir Ediciones.
Ganó en 1992 el Premio Nacional de Colcultura para ensayistas jóvenes
con su libro La poesía como idilio. Escribió además
el capítulo sobre el grupo de Mito en el Tomo IV (literatura) de
la Gran Enciclopedia de Colombia de Círculo de Lectores. Para la
Biblioteca de la Presidencia de la República preparó El mausoleo
iluminado (Antología del ensayo en Colombia) en 1997.
Entre
sus libros de poesía encontramos Manual de cultura general (1994);
Desahucios del otro, que publicó en 1984 con el seudónimo
de Horacio Morell, Visitación del Hoy que le valió el Premio
Nacional de Poesía del Ministerio de Cultura. La Universidad de
Antioquia publicó la selección de sus poemas bajo el título Otro.
Casa
en ruinas
Triste
albergue de ratas,
sus tejados caídos dejan pasar
la noche cómplice inútilmente:
ya no están los dos cuerpos
que se amaban, ni siquiera
el adiós último permanece.
Donde antes se sembraban pasos,
en el suelo ya infértil, una sombra
se extiende, cansada de ser
la misma durante lentos años.
Desde una fría pared mutilada
aquel madero oblicuo traza
la decadencia del recuerdo. Sólo
la puerta admonitoria se sostiene
bajo el débil dintel, diferenciando
un adentro ilusorio que alguna vez
fue íntimo. De las ventanas
apenas queda esta, donde al polvo
inscribe su sentencia. En el patio,
ayer un barco movido por la música
en el silencio calmo de un domingo,
justo allí, en ese patio solo
y detenido, como quedan los patios
después de la lluvia o de la tarde,
un niño ajeno a la melancolía
que me regala su risa, un niño
ajeno al tiempo, como todos los niños,
busca una pelota lanzada por otro
en un juego. Tú llamas al niño que eras
pero él habita entre escombros.
El
viaje sin sosiego
Acoge
en tu casa al extranjero:
escucha las azules crónicas de sus jornadas,
aprende sus plegarias,
hazte tú mismo extranjero.
Emprende
el viaje
hacia
las amplias llanuras del llanto,
hacia la noche esbelta,
hacia el agua impaciente de los grandes ríos.
Atraviesa
los bosques
donde el ciervo huye
del cazador perpetuo.
Escucha
el crepitante océano
(vasto incendio líquido).
Haz
tu pregunta a la sibila,
echa tu moneda a la fuente,
deshoja la rosa de los vientos
hasta llegar.
Deja
tu nombre en la puerta,
deja las joyas de tu idioma,
busca
el silencio.
Busca
detrás del silencio
la música oculta,
la callada música,
la sonoridad prolongada sin voz
de
cuarto
a
cuarto
a
cuarto
en
la mansión del olvido.
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