Antonio
Silvera
(1965)
Nació
en Barranquilla (Atlántico). Cursó estudios de Literatura en la
Universidad Nacional de Colombia. La primera edición de Mi sombra
no es para mí, aparecida en 1990, le mereció la participación
en el Foro Joven, Encuentro de Nóveles Escritores celebrado en Málaga
(España) en febrero de 1993. En 1992 el Centro Colombo Americano
publicó una breve selección de sus poemas. En 1998 apareció el libro
Edad de hierro/ Mi sombra no es para mí.
Zancadilla
El
sol que hiere las tinieblas
el gallo que anuncia su victoria
el agua que lava y restituye
el olor y el sabor del café
(su calidez que me retorna al mundo)
mi mujer que despierta y me sonríe:
tales son los favores del amanecer.
Si
solo hubiera esto
si solo la flor y la mujer al alba.
Mas otra vez la trampa:
el alba instigadora se diluye,
me deja entre el humo de los carros
a merced de las perversas horas.
Niño
en el árbol
En
memoria de Mauro Arenas
Encaramado
en una rama del níspero
se piensa pájaro y canta.
Sin
duda rememora otras instancias:
el cromosoma alado que persiste
el afán de la altura.
Pero
el fruto del hombre
no nació para el vuelo:
pesado es su esqueleto
y la tierra lo llama.
Ciertamente
su canto es un vestigio
lo que fuimos un día:
una parte del cielo interminable
y no la tierra avara y su violencia.
Tántalo
Como
esas muchachas
cada vez más deseadas y lejanas
que el tiempo nos revela a diario
las palabras se exhiben y se van.
Como
ellas su paso:
una curva en la tarde
la nostalgia en el viento
sus risas...
y el
castigo incesante:
los besos denegados.
Pretium
artis
Porque
prefiero el alba
e insisto en el asombro como un niño,
mis amigos se ríen de los astros lejanos
cuya luz encandila sólo a mí
y mi madre clama al Hacedor
por los pasos ebrios de mi corazón.
¡No
poder compartir con sus certezas,
los dulces paisajes que habitan mis ojos!
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