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Cyber Humanitatis, Nº 20 (Primavera 2001)


Lugares de uso, poemario de Víctor Hugo Díaz

Presentación de Gonzalo Millán

Presentación de Germán Carrasco

LA INVENCION DE LOS AMIGOS

Los extraños que conocemos
son cada vez más jóvenes

Es igual para todos, una calle lateral
batiendo los brazos a distintas velocidades
pero siempre cuesta abajo
Afluentes de una misma inundación.

El mendigo se sienta al lado y hace picar el cuerpo
Interrumpe el viaje con sólo tocar sus cabellos

La ciudad se muestra teñida al forastero
pero oculta su negra vellosidad
Siempre es mejor una vida larga llena de suturas
de espacios en blanco –cuando todo lo hecho es un error
pero un error bien hecho-
Porque nunca dejas esa casa... la casa te deja.

Durante la noche ensancharon la calle
En el paradero reseco bajo el sol
la sombra del camión se detiene, se orina
y deja su huella
Las antenas de televisión son una especie
casi extinta sobre los techos
Escucha el esfinter dentado de su boca, escúchalo
una fiesta sin música y mucho ritmo.

Al otro lado de la puerta una procesión de evangélicos
corta la luz de la tarde; hace rato que partieron
Un fuerte viento baja seco y desconocido
resistiendo a cuantos caminan
Nadie sabe cuando vendrá la próxima ráfaga
Igual al condenado protegido y cómodo
conectado a una maquinaria que no maneja
ignorante del momento de su ejecución.

Se sienta al lado y hace picar el cuerpo

El tañir de la botella desechable en la pisadera nos distrae

A su edad sólo pensaba en cama y sábanas limpias:
cosas que suceden en el momento justo.

Se movía en la cabeza como un balazo
siguiendo el rastro de la noche anterior

la ruta de desperdicios sobre la alfombra.


EL INFORMANTE

Había errado por la calle de vitrinas
El mismo traidor que hace tiempo
levanto su casa entre nosotros

En la esquina el afiche de rock
casi ha perdido la movilidad
(nuestra ciudad después de la lluvia)
Perdió jirones de papel y todo el brillo
Nunca se sacia en narraciones de vidas extrañas

Es mitad de semana en la cancha vacía
Como si fuera ayer bajo el sol
-Se lo dijo tantas veces
dijo tantas veces
hasta cansar

Lo que se lee se olvida.

Horas más tarde está de vuelta
portando lo que sobra del día
El vehículo estacionado lo endurece
una rama desata el frío
carcajadas jóvenes al final de la calle

violentamente despierto.

 

LUGARES DE USO

La noche promete no pasar
Salimos a buscar la dosis exacta de lucidez química
En eso gastaba el tiempo que no daba a los suyos

Construyeron un complejo deportivo
sobre nuestro territorio apache
Nadie ha venido esta temporada
(los corrieron a todos)
Ni el conocido de los árboles y la espesura de la noche
siempre atento a la llegada de sus invitados furtivos

la hoja seca que se quiebra a sólo unos metros

Agita la mano dentro del bolsillo
como se manipula un juguete nuevo
El mismo viejo felino que se lame las ingles
que atesora lo que ve y desaparece
al momento en que un perro muerde el vacío
dejado por su cuerpo al huir hacia las ramas

Se queda ahí, arrimada la espalda al tronco de metal
único fruto luminoso reventado a pedradas.

LO QUE CONTIENE LA RISA

Los muchachos de la otra mesa sí saben cómo divertirse;
                                  actúan como si no se conocieran.

Cuando al fin quedan solas hablan otro idioma
mucho más cruel

Ahora que se piensa dos veces
no hay nada tan importante. Dos desconocidos
que se sientan juntos casualmente
hasta ser los únicos pasajeros

Por fuera las gotas de lluvia se pegan a la ventanilla
Parecen una plaga de insectos transparentes
que han hecho un largo viaje para venir a morir aquí

eran tantos, tantos en número
que podrían llenar un gran silencio

Despierta temprano, se duerme y se hace tarde
Dejar así de estar a punto de que algo suceda.
Dar pie atrás
o girar sobre los talones con violencia
para ser parte de eso efímero que contiene la risa

Estos años se podrían reducir a una frase
A una luz que atemoriza sin dejar quemaduras

al estar cerca se aleja igual que un espejismo
y se vuelve a formar unos metros adelante
Es como avanzar por un campo de batalla
lleno de los peligros que el enemigo deja en su retirada

De haber estado en otro lugar
podría haber visto cómo aquellos que rodean la casa
se van haciendo cada vez menos

Lejos, los que quedaron al otro lado de la calle
cuando cambió la luz del semáforo
y nos perdimos de vista

Una habitación que permanece tanto tiempo cerrada
toma el olor de sus ocupantes
Adentro el televisor está encendido y sin volumen
olvidaron apagarlo en el apuro de la despedida

Esta ciudad se podría reducir a una sola frase
A decir –paso- por un buen rato. Lo que no es otra cosa
sino una dirección que se hace más concurrida
el cuerpo que cambia de posición mientras duerme

-Quería ir bien puesto a su primera cita con la oscuridad-

 

A PUERTA CERRADA

Nos despiertan ruidos en la habitación de al lado
Ella guarda silencio con todos sus labios

El siempre dice que un nuevo país
crece en el estómago de otro

la rama torcida y mucho más violenta.

Nos quedamos encerrados aquí afuera
a este lado del cerco policial

mirando la acción que sucede en fotografías
de ciudades que no conocemos
o en el zumbido que cometen los cuerpos
seguros de que ésta sí será la última vez

Sólo los lugares tienen memoria
De pronto se está ahí parado
oyendo a quien nunca habla en serio

como emprender una carrera de ida
y terminar donde mismo, el niño que se deja solo durmiendo
y que al regresar de madrugada
ni siquiera se ha movido

Porque es cierto, la ciudad te seguirá.

 

EL ESPEJO SE MUEVE

         Mírate    la    carita,    mírate    la    cara;
esa  cara  entre  otras  caras  de  desesperado.

 

Los cuerpos rompen desfile a la salida del shoping
Resplandecen bajo la mirada luminosa de mujer
desde el anuncio de cerveza

Desde aquí se oye el sonido de esas vidas que se rozan
un grupo afiatado pero sin afinación
como ruido de industrias

El vagón repleto es el espejo que nos exhibe
a través de la boca de los otros
Algunos destellos donde reconocernos
tras la pared de ropa sudorosa en el hombro

En la ventanilla nuevos edificios entran y salen del recuadro
Florecen con la rapidez que da el maquillaje:
tratamientos de belleza sobre barrios tranquilos
que se repueblan

Somos puntuales cuando se trata de llegar tarde
para aferrar cosas que no suceden más allá
a casi una pedrada de distancia

Con los años cambia la música con que nos gozamos
La escenografía donde ensayar
esta derrota de aficionados

La ciudad se conoce por la dureza con que agrede los pies
Todo entra por los ojos, nada por la cabeza
Como esa manada de caballos domésticos que rodean la luz
la voz de los bebedores.

 

AMIGOS EN VENTA

Hace tiempo que no me siento conmigo
Parece que me rehúyo
y veo el sol con demasiada luz.

Ahora que las escenas de pobreza
pasaron de moda en la poesía
que hable el que la lleva
El cuento se reduce a saber robar
si no te quedas solo.

Dos grúas de construcción
disputan el señorío de esta calle

Un vaso lleno sirve para medir el tiempo

El problema es que todos actúan
(montan su número para nadie).

Encendemos fuego en plena lluvia
y soy la prueba de que no tengo razón

como estar en algo, insistir
cuando los otros
no están en nada.

 

LA FELICIDAD INVERTIDA

Llueve mi cabeza
y moja la alfombra de una casa extraña
-Convéncete, la buena suerte viaja un paso atrás,
en el asiento posterior.

El pavimento se tiñe rojo a la luz de esta noche:
labios húmedos antes del primer beso
en un gesto frío que recuerda la carne envasada.

Lo menos importante es lo que está pasando

el resto, lo denso, es lo que no pasará
Porque después se acaba la cuerda, viene la resaca
y nadie piensa en la guerra.

Hoy es el primer día fuera del puente

Hay una espina de papel en la garganta
que nunca se decide

Es esta bronca incurable
que se mete por los ojos, la boca seca
la carta en blanco que se lleva a la espalda

esta que nadie puede ver.

 

ULTIMA HOJA EN EL ARBOL

Hoy es uno de esos días en que sopla el viento

La fotografía que vemos en el espejo
se debe mover lo menos posible y con tanta rapidez
Agitar un brazo, hundirse en los ojos
hasta que el rostro y el nombre coincidan

En eso no hay diferencia
ninguno sabe llegar al final

Toda hora es buena para comenzar algo
Un poco de brisa pega a un lado de la cara
casi sin cuerpo: la entrepierna que apenas
se deja imaginar
al final del tajo del vestido

Entramos en un sitio, es de noche
Sería bueno borrarse y nos perdemos de la vida
pero la vida nos encuentra, siempre nos encuentra
con nuestros socios

En casa nadie lo soporta
la flor nupcial se marchita o mejor dicho duerme

No vino como un golpe a la cara por accidente
fue lento, las mismas secuelas de la sequía

se diría que cruza la ciudad caminando
listo para iniciar un buen viaje con sólo lo puesto
y un pequeño bulto en los bolsillos.

La tapa de cerveza estuvo siempre botada
Se cansó de esperar que las cosas sucedan

A su lado, el árbol
La luz del foco cae de lleno en su última hoja

lucha por desprenderse y descansar en el suelo.

 

SISTEMA ORIGINAL

La madre nunca nació en él
sólo la cama y un plato en la mesa
El hijo de ancianos mira alrededor -casi no le hablan-
busca a los padres jóvenes
de sus hermanos ausentes.
Ella todavía luce el traje verde desteñido

(el de los días libres
-Por qué me humillas frente a tus amigos
si todos me conocieron.

La mirada quirúrgica los recorre
interroga sus bolsillos y baja con frialdad
salvo algunas detenciones

Ellos saben como caminan
Los pasos que han ensayado tantas veces
El manuscrito con su más bella página arrancada.

Nos unimos como virus que se han hecho resistentes
(observados al microscopio)
Los sensores apuntando al paisaje del ombligo
para ser todos los niños y viejos que pasan
Moviéndonos rápido: cine mudo, golpes
en un combate de animación japonesa.

Al entrar el aire sonríe
los recibe la caricia del follaje
que vendría de los árboles
si los hubieran plantado

Afuera el aire húmedo nada recuerda
Me siento a pensar cómo se escribe:
llegamos tarde otra vez, terminó la lluvia,
volvemos lentamente al verano.

 

FRAGIL

Las flores artificiales
también florecen, pero en invierno:
su polen es el musgo

No requieren de luz sino de tiempo para volverse necesarias.

Toma la vía más rápida desde Santiago sur
Aquí la cara va por dentro. Acaricio mis papeles
y sé que está mirando
-ese vestir con mal gusto que tanto me excita-

La cresta negra del gallo sobre la cordillera
es mi mano abierta contra el sol
Ahora sé como no se hacen las cosas
Y déle con la misma, no como en casa
en la que se podían rayar las paredes.

Nos quedamos detenidos
en un trayecto que no tiene paraderos
Luego el encuentro casual y rápido
pero en direcciones opuestas
(trenes subterráneos que se cruzan a mitad del túnel)

Se quedó esperando todo el día de cada año
tendida sobre los rieles como en la piedra de sacrificios
Al verla el llanto se instala sin dolor:
un recién llegado al baño de retorán
el suelo trapeado con cloro
y los ojos llenos de lágrimas.

El cargamento más reciente termina de vaciar el andén
y deja su turno al que viene
Su cuerpo es frágil, pero cuando está caído
paraliza la ciudad
(ella eligió el Metro porque ya estaba trazado:
no era motivo de viaje
sino el camino más corto hasta el fin del recorrido)

-No importa, no quiero saber dónde llamar
ni donde vives, por si me pongo tonta.
-Aunque los vagones traen ruido
puedo escuchar tu música.

Dos niños caminan junto al ciego
que sale de la Estación,
guardan silencio, se miran
y creen pasar inadvertidos

lo ven subir la escalera

imaginan cómo es la oscuridad.

 

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