Lugares
de uso, poemario de Víctor Hugo Díaz
LA INVENCION
DE LOS AMIGOS
Los extraños
que conocemos
son cada vez más jóvenes
Es igual para
todos, una calle lateral
batiendo los brazos a distintas velocidades
pero siempre cuesta abajo
Afluentes de una misma inundación.
El mendigo se
sienta al lado y hace picar el cuerpo
Interrumpe el viaje con sólo tocar sus cabellos
La ciudad se
muestra teñida al forastero
pero oculta su negra vellosidad
Siempre es mejor una vida larga llena de suturas
de espacios en blanco –cuando todo lo hecho es un error
pero un error bien hecho-
Porque nunca dejas esa casa... la casa te deja.
Durante la noche
ensancharon la calle
En el paradero reseco bajo el sol
la sombra del camión se detiene, se orina
y deja su huella
Las antenas de televisión son una especie
casi extinta sobre los techos
Escucha el esfinter dentado de su boca, escúchalo
una fiesta sin música y mucho ritmo.
Al otro lado
de la puerta una procesión de evangélicos
corta la luz de la tarde; hace rato que partieron
Un fuerte viento baja seco y desconocido
resistiendo a cuantos caminan
Nadie sabe cuando vendrá la próxima ráfaga
Igual al condenado protegido y cómodo
conectado a una maquinaria que no maneja
ignorante del momento de su ejecución.
Se sienta al
lado y hace picar el cuerpo
El tañir de
la botella desechable en la pisadera nos distrae
A su edad sólo
pensaba en cama y sábanas limpias:
cosas que suceden en el momento justo.
Se movía en
la cabeza como un balazo
siguiendo el rastro de la noche anterior
la ruta de desperdicios
sobre la alfombra.
EL
INFORMANTE
Había
errado por la calle de vitrinas
El mismo traidor que hace tiempo
levanto su casa entre nosotros
En
la esquina el afiche de rock
casi ha perdido la movilidad
(nuestra ciudad después de la lluvia)
Perdió jirones de papel y todo el brillo
Nunca se sacia en narraciones de vidas extrañas
Es
mitad de semana en la cancha vacía
Como si fuera ayer bajo el sol
-Se lo dijo tantas veces
dijo tantas veces
hasta cansar
Lo
que se lee se olvida.
Horas
más tarde está de vuelta
portando lo que sobra del día
El vehículo estacionado lo endurece
una rama desata el frío
carcajadas jóvenes al final de la calle
violentamente
despierto.
LUGARES
DE USO
La
noche promete no pasar
Salimos a buscar la dosis exacta de lucidez química
En eso gastaba el tiempo que no daba a los suyos
Construyeron
un complejo deportivo
sobre nuestro territorio apache
Nadie ha venido esta temporada
(los corrieron a todos)
Ni el conocido de los árboles y la espesura de la noche
siempre atento a la llegada de sus invitados furtivos
la
hoja seca que se quiebra a sólo unos metros
Agita
la mano dentro del bolsillo
como se manipula un juguete nuevo
El mismo viejo felino que se lame las ingles
que atesora lo que ve y desaparece
al momento en que un perro muerde el vacío
dejado por su cuerpo al huir hacia las ramas
Se
queda ahí, arrimada la espalda al tronco de metal
único fruto luminoso reventado a pedradas.
LO QUE CONTIENE
LA RISA
Los muchachos
de la otra mesa sí saben cómo divertirse;
actúan
como si no se conocieran.
Cuando al fin
quedan solas hablan otro idioma
mucho más cruel
Ahora que se
piensa dos veces
no hay nada tan importante. Dos desconocidos
que se sientan juntos casualmente
hasta ser los únicos pasajeros
Por fuera las
gotas de lluvia se pegan a la ventanilla
Parecen una plaga de insectos transparentes
que han hecho un largo viaje para venir a morir aquí
eran tantos,
tantos en número
que podrían llenar un gran silencio
Despierta temprano,
se duerme y se hace tarde
Dejar así de estar a punto de que algo suceda.
Dar pie atrás
o girar sobre los talones con violencia
para ser parte de eso efímero que contiene la risa
Estos años se
podrían reducir a una frase
A una luz que atemoriza sin dejar quemaduras
al estar cerca
se aleja igual que un espejismo
y se vuelve a formar unos metros adelante
Es como avanzar por un campo de batalla
lleno de los peligros que el enemigo deja en su retirada
De haber estado
en otro lugar
podría haber visto cómo aquellos que rodean la casa
se van haciendo cada vez menos
Lejos, los que
quedaron al otro lado de la calle
cuando cambió la luz del semáforo
y nos perdimos de vista
Una habitación
que permanece tanto tiempo cerrada
toma el olor de sus ocupantes
Adentro el televisor está encendido y sin volumen
olvidaron apagarlo en el apuro de la despedida
Esta ciudad
se podría reducir a una sola frase
A decir –paso- por un buen rato. Lo que no es otra cosa
sino una dirección que se hace más concurrida
el cuerpo que cambia de posición mientras duerme
-Quería ir
bien puesto a su primera cita con la oscuridad-
A PUERTA
CERRADA
Nos despiertan
ruidos en la habitación de al lado
Ella guarda silencio con todos sus labios
El siempre dice
que un nuevo país
crece en el estómago de otro
la rama torcida
y mucho más violenta.
Nos quedamos
encerrados aquí afuera
a este lado del cerco policial
mirando la acción
que sucede en fotografías
de ciudades que no conocemos
o en el zumbido que cometen los cuerpos
seguros de que ésta sí será la última vez
Sólo los lugares
tienen memoria
De pronto se está ahí parado
oyendo a quien nunca habla en serio
como emprender
una carrera de ida
y terminar donde mismo, el niño que se deja solo durmiendo
y que al regresar de madrugada
ni siquiera se ha movido
Porque es
cierto, la ciudad te seguirá.
EL ESPEJO
SE MUEVE
Mírate
la carita, mírate la
cara;
esa cara entre otras caras de
desesperado.
Los
cuerpos rompen desfile a la salida del shoping
Resplandecen bajo la mirada luminosa de mujer
desde el anuncio de cerveza
Desde
aquí se oye el sonido de esas vidas que se rozan
un grupo afiatado pero sin afinación
como ruido de industrias
El
vagón repleto es el espejo que nos exhibe
a través de la boca de los otros
Algunos destellos donde reconocernos
tras la pared de ropa sudorosa en el hombro
En
la ventanilla nuevos edificios entran y salen del recuadro
Florecen con la rapidez que da el maquillaje:
tratamientos de belleza sobre barrios tranquilos
que se repueblan
Somos
puntuales cuando se trata de llegar tarde
para aferrar cosas que no suceden más allá
a casi una pedrada de distancia
Con
los años cambia la música con que nos gozamos
La escenografía donde ensayar
esta derrota de aficionados
La
ciudad se conoce por la dureza con que agrede los pies
Todo entra por los ojos, nada por la cabeza
Como esa manada de caballos domésticos que rodean la luz
la voz de los bebedores.
AMIGOS EN
VENTA
Hace tiempo
que no me siento conmigo
Parece que me rehúyo
y veo el sol con demasiada luz.
Ahora que las
escenas de pobreza
pasaron de moda en la poesía
que hable el que la lleva
El cuento se reduce a saber robar
si no te quedas solo.
Dos grúas de
construcción
disputan el señorío de esta calle
Un vaso lleno
sirve para medir el tiempo
El problema
es que todos actúan
(montan su número para nadie).
Encendemos fuego
en plena lluvia
y soy la prueba de que no tengo razón
como estar en
algo, insistir
cuando los otros
no están en nada.
LA FELICIDAD
INVERTIDA
Llueve mi cabeza
y moja la alfombra de una casa extraña
-Convéncete, la buena suerte viaja un paso atrás,
en el asiento posterior.
El pavimento
se tiñe rojo a la luz de esta noche:
labios húmedos antes del primer beso
en un gesto frío que recuerda la carne envasada.
Lo menos importante
es lo que está pasando
el resto, lo
denso, es lo que no pasará
Porque después se acaba la cuerda, viene la resaca
y nadie piensa en la guerra.
Hoy es el primer
día fuera del puente
Hay una espina
de papel en la garganta
que nunca se decide
Es esta bronca
incurable
que se mete por los ojos, la boca seca
la carta en blanco que se lleva a la espalda
esta que nadie
puede ver.
ULTIMA HOJA
EN EL ARBOL
Hoy es uno de esos
días en que sopla el viento
La fotografía
que vemos en el espejo
se debe mover lo menos posible y con tanta rapidez
Agitar un brazo, hundirse en los ojos
hasta que el rostro y el nombre coincidan
En eso no hay
diferencia
ninguno sabe llegar al final
Toda hora es
buena para comenzar algo
Un poco de brisa pega a un lado de la cara
casi sin cuerpo: la entrepierna que apenas
se deja imaginar
al final del tajo del vestido
Entramos
en un sitio, es de noche
Sería bueno borrarse y nos perdemos de la vida
pero la vida nos encuentra, siempre nos encuentra
con nuestros socios
En casa nadie
lo soporta
la flor nupcial se marchita o mejor dicho duerme
No vino como
un golpe a la cara por accidente
fue lento, las mismas secuelas de la sequía
se diría que
cruza la ciudad caminando
listo para iniciar un buen viaje con sólo lo puesto
y un pequeño bulto en los bolsillos.
La tapa de cerveza
estuvo siempre botada
Se cansó de esperar que las cosas sucedan
A su lado, el
árbol
La luz del foco cae de lleno en su última hoja
lucha por desprenderse
y descansar en el suelo.
SISTEMA ORIGINAL
La madre nunca
nació en él
sólo la cama y un plato en la mesa
El hijo de ancianos mira alrededor -casi no le hablan-
busca a los padres jóvenes
de sus hermanos ausentes.
Ella todavía luce el traje verde desteñido
(el de los
días libres
-Por qué me humillas frente a tus amigos
si todos me conocieron.
La mirada quirúrgica
los recorre
interroga sus bolsillos y baja con frialdad
salvo algunas detenciones
Ellos saben
como caminan
Los pasos que han ensayado tantas veces
El manuscrito con su más bella página arrancada.
Nos unimos como
virus que se han hecho resistentes
(observados al microscopio)
Los sensores apuntando al paisaje del ombligo
para ser todos los niños y viejos que pasan
Moviéndonos rápido: cine mudo, golpes
en un combate de animación japonesa.
Al entrar el
aire sonríe
los recibe la caricia del follaje
que vendría de los árboles
si los hubieran plantado
Afuera el aire
húmedo nada recuerda
Me siento a pensar cómo se escribe:
llegamos tarde otra vez, terminó la lluvia,
volvemos lentamente al verano.
FRAGIL
Las flores artificiales
también florecen, pero en invierno:
su polen es el musgo
No requieren
de luz sino de tiempo para volverse necesarias.
Toma la vía
más rápida desde Santiago sur
Aquí la cara va por dentro. Acaricio mis papeles
y sé que está mirando
-ese vestir con mal gusto que tanto me excita-
La cresta negra
del gallo sobre la cordillera
es mi mano abierta contra el sol
Ahora sé como no se hacen las cosas
Y déle con la misma, no como en casa
en la que se podían rayar las paredes.
Nos quedamos
detenidos
en un trayecto que no tiene paraderos
Luego el encuentro casual y rápido
pero en direcciones opuestas
(trenes subterráneos que se cruzan a mitad del túnel)
Se quedó esperando
todo el día de cada año
tendida sobre los rieles como en la piedra de sacrificios
Al verla el llanto se instala sin dolor:
un recién llegado al baño de retorán
el suelo trapeado con cloro
y los ojos llenos de lágrimas.
El cargamento
más reciente termina de vaciar el andén
y deja su turno al que viene
Su cuerpo es frágil, pero cuando está caído
paraliza la ciudad
(ella eligió el Metro porque ya estaba trazado:
no era motivo de viaje
sino el camino más corto hasta el fin del recorrido)
-No importa,
no quiero saber dónde llamar
ni donde vives, por si me pongo tonta.
-Aunque los vagones traen ruido
puedo escuchar tu música.
Dos niños caminan
junto al ciego
que sale de la Estación,
guardan silencio, se miran
y creen pasar inadvertidos
lo ven subir
la escalera
imaginan cómo
es la oscuridad.
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