OBJETIVO. Es conocida la utilidad del PET-TC en el diagnóstico, estadificación, reestadificación y control del tratamiento en Oncología. Nuestro grupo está operando ésta tecnología desde marzo 2003 en un Hospital general, polivalente, con pacientes privados y del sistema de seguridad social, con población propia o derivada de otros centros oncológicos públicos y privados. Hemos estudiado al momento una significativa población con más de un examen. El propósito de ésta presentación es dar a conocer los datos demográficos, diagnósticos, indicaciones y el aporte de la metodología en el curso clínico en ésta población.
MÉTODOS. De 1600 estudios realizados se seleccionaron 215 (13%) correspondientes a 92 pacientes oncológicos (p). Se empleó un PET dedicado con adquisición 3D y corrección por atenuación 60 minutos después de la administración de 185-277.5 MBq de F18-FDG; TC helicoidal con cortes continuos de 8-10 mm de espesor cada 4-5 mm, con contraste oral y ev salvo contraindicación, y fusión de ambas modalidades con software específico. Los datos se recogieron de las historias clínicas retrospectivamente.
RESULTADOS. Edad: 7-85 años (mediana 52 años); hombres 51%.
Diagnósticos: cáncer de colon 26p (28%); linfomas 25p (27%); cáncer de pulmón 12p (13%); cáncer ginecológico 10p (11%); otros 19p (21%). El motivo del 1er PET fué: reestadificación 46%; control del tratamiento 22%; estadificación 22 %; imágenes sospechosas o aumento de marcadores 10%. El motivo del 2do PET fue control del tratamiento: 71% p, reestadificación 15%, imágenes sospechosas o aumento de marcadores 14%. El motivo del estudio en los pacientes que tenían 3 ó mas PET fué: control del tratamiento 68%; reestadificación 13%; imágenes sospechosas o aumento de marcadores 18%. El 1er PET influenció la conducta médica en el 90% de los pacientes; el 2do PET en el 65%; los PET ulteriores en el 33%, promoviendo conducta quirúrgica o no, radioterapia y/o cambio o confirmación del esquema de quimioterapia.
CONCLUSIONES. Se concluye que PET/TC es una técnica de creciente utilización en el seguimiento de los pacientes oncológicos en nuestro medio, debido a su influencia en la conducta médica. El 1er PET por lo general se indicó para reestadificación, estadificación o control del tratamiento; el 2do PET y los ulteriores para el control del tratamiento en su mayoría. El 1er PET fue el que mayores modificaciones indujo en la conductas terapéuticas probablemente debido a las instancias en que se indica en nuestro medio. Se advierte la consolidación del método en los profesionales tratantes, sobre todo cuando el 1er PET fué el método que estadificó o reestadificó al paciente y como consecuecia continuó siendo un patrón importante para el seguimiento. A pesar del costo elevado de éstos estudios, la resolución favorable de la ecuación costo-beneficio cuando está correctamente indicado, sustenta al especialista a solicitarlo.