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MEMORIA
HISTÓRICA
Chile - Extranjero
ARTÍCULOS
– ENTREVISTAS – DOCUMENTOS -DISCURSOS
Iniciativas sobre Desarrollo Urbano
enunciadas por el Ministerio de la Vivienda y Urbanismo, marzo de 1979
Juan Parrochia B.
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Resumen
El autor expone su parecer, en 1979,
en materias de: el suelo y su valor, la ciudad, la infraestructura
urbana y el desgaste de las instalaciones, la situación
de la extensión urbana en Chile, y las perspectivas futuras,
al momento de comunicarse las iniciativas sobre Desarrollo Urbano
por el Ministerio de la Vivienda y Urbanismo en ese mismo año.
Abstract
The author gives his point of view,
in 1979, on the themes of: land and its value, the city, urban
infrastructure and depreciation, the situation of urban extension
in Chile, and future perspectives. This relates to the moment
of communication, by the Chilean Ministry of Housing and Urbanism,
of its Urban Development Iniciatives in that year.
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A requerimiento del señor Decano
de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile,
me permito enunciar los siguientes aspectos de interés relacionados
con las iniciativas sobre desarrollo urbano dadas a conocer en los últimos
días en la prensa de Santiago:
A. El suelo y su valor
1. Intrínsecamente, el suelo natural
tiene un valor de acuerdo a su productividad agrícola, ganadera,
forestal, etc.; en general dicho valor se da por hás y es relativamente
bajo variando levemente de acuerdo a su accesibilidad y la cercanía
de los mercados de consumos.
2. Por razones de concentración
humana el suelo natural es una de las materias primas que sirve de
sustentación a la urbanización. O sea, es un insumo
del Suelo Urbano. El Suelo Urbano neto tiene valores altos que se
dan por m2.
3. El suelo natural y el suelo urbano
son dos bienes absolutamente diferentes y no pueden ser transados
en un mismo mercado.
a) El suelo natural no tiene ninguna
defensa posible en un mercado común por corresponder a economías
diferentes.
b) El suelo urbano contiene muchos
aspectos invisibles a simple vista: geología, napas subterráneas,
resistencia, instalaciones, equipamientos, planificación
futura, etc., que el público en general lo asemeja al suelo
natural y viceversa, lo que induce a error incluso a los expertos.
c) Dado su gran valor, el suelo urbano
puede dejarse eriazo y conservarse así en espera de mejores
precios lo que deriva en la especulación.
4. Los costos de urbanización
directa siempre han corrido en Chile por cargo del promotor de los
suelos urbanos, los que sin embargo siempre son traspasados al comprador
final, y por lo tanto a la vivienda.
5. Los costos de urbanización
indirecta, que son gastos permanentes y a la larga muy altos, son
cargados por el Estado o por el Municipio. En estos gastos se incluye
la iluminación, el aseo, la mantención de las áreas
verdes, la policía, la educación, el abastecimiento,
los equipamientos comunitarios, los accesos, las obras matrices y
de captación de agua, los colectores de aguas servidas, señalización,
etc.
Estos gastos indudablemente son traspasados
también al habitante y a su vivienda a través de los
impuestos y contribuciones.
6. Los costos de administración
de una ciudad, o sea los últimos mencionados, son muy altos
y crecen, por cada habitante, en proporción a la extensión,
discontinuidad y baja densidad de la ciudad.
7. Toda economía momentánea
en la adquisición de un suelo será perdida varias veces
en la administración de ese suelo en el futuro.
9. El suelo natural, que es el
casco de la urbanización y posteriormente de la vivienda, no
tiene un valor superior al 1% de la inversión total final. La
mayor parte de los suelos urbanos y marginales urbanos tienen un valor
fundamentalmente especulativo. Donde el suelo urbano no tiene expectativas
especulativas su precio puede bajar a menos de su costo de urbanización.
10. El suelo agrícola en Chile
es escaso y sólo disponemos de 1/5 de há por habitante
en1979. Es cierto que teóricamente es posible aumentar la productividad
de esos suelos en más de 100 veces, pero para ello es necesario
invertir cien veces más capitales, los que no disponemos.
11. El suelo agrícola es destruido
por ocupación directa de una urbanización sobre él,
pero también por proximidad a una urbanización hasta
distancias de 4 Km o más. Depende de la forma del crecimiento
urbano el que esta destrucción sea más o menos extensa.
La dispersión de islas urbanas es la más destructiva
de todas.
12. Mientras menos sea la destrucción
del suelo agrícola más posibilidad se da a las nuevas
generaciones para encontrar mejores soluciones de producción
de alimentos, conservación de la naturaleza y mejor ubicación
de los centros poblados, dado que lo ya perdido será imposible
de ser recuperado.
B. LA CIUDAD
1. Desde el decenio del 50-60 tanto el
Presidente Ibañez como el Presidente Alessandri orientaron
el crecimiento de Santiago en forma regional. El Plan Regional del
Intercomunal de Santiago presentaba una fórmula trifásica
de crecimiento que debía mantenerse en equilibrio: Remodelación,
extensión y satelización. Por desgracia salvo algunos
pequeños ejemplos de Remodelación, la ciudad de Santiago
sólo ha crecido en extensión en los últimos 20
años, llegándose a una crisis que hubiese sido superada
al cumplirse el Plan establecido originalmente.
2. Hasta 1960 la ciudad de Santiago crecía
libremente. Ocupando realmente solo un área de alrededor de
20.000 hás., había destruido una cantidad similar de
hás por su dispersión arbitraria en miles de urbanizaciones
inconexas.
3. El Plan Intercomunal contempló
crecer por relleno en este territorio agrícola ya destrozado
y en la misma área ubicar más del doble de habitantes.
Esos es a lo que estamos llegando en 1979.
4. Nunca ha existido en Chile un límite
urbano rígido. Sólo existió la fijación
de normas para controlar al crecimiento horizontal. Ello queda demostrado
por los cientos de decretos modificatorios de límites urbanos
habidos en los últimos 20 años.
5. La ciudad dispersa hace imposible
la participación de la comunidad en objetivos importantes y
anula el sentimiento "ciudadano" en sus componentes.
6. En el caso de Santiago, desde principios
de siglo hasta 1952 la ciudad a crecido sin control, ni orientación
y a eso se debe la mal formación de los barrios que rodean
el área central con inmensos gastos de operación y administración
y una muy baja eficiencia. Basta recordar los sistemas de agua potable
y alcantarillado de Providencia y Las Condes, de San Miguel y Cisternas,
de Quinta Normal y Pudahuel.
7. La ocupación de los suelos
agrícolas más allá del Canal San Carlos al oriente,
han traído la inundación cada vez más recuente
de los barrios altos. La ocupación de los faldeos de la Cordillera
y del Cajón del Mapocho hará insoluble este problema
si no se construyen varios nuevos canales colectores y toda una inmensa
red de aguas lluvias de gran costo.
8. La contaminación de las aguas
del río Mapocho y del zanjón de la Aguada son en este
momento muy graves. Todo desarrollo urbano hacia el oriente vendrá
a complicar aún más este problema si no se establece
una clara política de construcción de plantas de tratamientos
de aguas servidas. (Debemos recordar que hay varias Plantas de Agua
Potable en el río Mapocho entre la Portada y Tabancura).
9. Frente a cualquier requerimiento de
la economía urbana nunca tendrán posibilidad de tener
éxito los problemas de la economía agrícola.
El actual entorno de Santiago lo muestra en sus suelos abandonados,
saqueados e improductivos.
10. No existe el crecimiento libre de
las ciudades como sinónimo de óptimo. Ningún
organismo vivo puede crecer libremente y subsistir. Ningún
social crece libremente para lograr su perfección.
En la naturaleza un sinnúmero
de factores van dirigiendo el crecimiento orgánico. En las
instituciones sociales se establecen normas y controles para un adecuado
desarrollo.
Una sola ley no puede ser la base del
crecimiento sin caer en la formación de monstruos orgánicos
o sociales de funestas consecuencias.
C. INFRAESTRUCTURA URBANA Y DESGASTE DE
LAS INSTALACIONES
1. Las instalaciones de los servicios
de una ciudad no son eternas. Según su material de construcción:
fierro fundido, hormigón, acero, etc. Pueden durar de 100 a
30 años, siendo imprescindible reconstruirlos una vez pasado
este tiempo. Esto es válido para calzadas, aceras, colectores,
matrices, etc.
2. Es sabido que la red de gas de Santiago
tiene grandes pérdidas por filtraciones debido a los temblores
y el tránsito vehicular. También es conocido el hecho
que más o menos el 50% del agua potable que se impulsa en las
matrices se pierde en las cañerías.
3. Cuando se remodela un sector urbano
antiguo es necesario reforzar algunos servicios y ello se aprovecha
para reponer las instalaciones antiguas.
Cuando se extiende la ciudad de todas maneras
debe reponerse las instalaciones antiguas y reforzarlas porque ellas
recibirán indirectamente el incremento de la población,
y a la vez construir nuevas redes completas para acceder a los nuevos
lugares urbanizados, duplicándose los costos.
4. Algo similar sucede con todos los
otros equipamientos y servicios urbanos: policía, movilización
colectiva, educación, salud, etc., lográndose la ineficiencia
de ellos y debiendo aumentar dotaciones y construcciones más
allá de lo conveniente y económico. Todo ello recaerá
en el habitante y por lo tanto en el real costo de la vivienda.
5. Las instalaciones de los servicios
(agua potable, energía, alcantarillados, gas, etc.) tienen
una optimización en su extensión, mas allá de
esos límites el costo de los alargamientos suben a valores
absolutamente antieconómicos, y los gastos en el transporte
son muy significativos
6. En Santiago hemos visto numerosos
casos de crecimiento, urbanizando solo a medias suelos agrícolas
en Pudahuel, Conchalí, La Granja, etc.
Estos subestandar de urbanización
crean tugurios inaceptables disfrazados de "Ciudad Jardín",
"Barrios Residenciales" a los cuales se les agrega hermosos
y ensoñadores nombres.
Ellos no disminuyeron los costos
de las viviendas dado que sus precios fueron tan altos como si hubiesen
tenido urbanización completa, (en beneficio de los promotores),
y han traido insolubles problemas al Gobierno central y local desde
su formación.
7. La extensión, no coordinada
con una real remodelación simultánea de las áreas
centrales, acarrea un deterioro fulminante de estas últimas,
con todas las pérdidas para los privados y el Estado en sus
inversiones en dichas áreas.
D. SITUACION DE LA EXTENSION URBANA EN
CHILE
1. Históricamente las ciudades
de Chile han crecido sin mayores controles salvo los principios que
rigieron sus fundaciones. Esta situación no produjo problema
hasta principio del siglo XX, dada la poca densidad y cantidad de
población, y dada la economía de subsistencia y fundamentalmente
agrícola que imperaba en el país.
2. Desde los años 1920-1930, Santiago
inicia un crecimiento diferente, de tipo metropolitano. Aparecen los
talleres y la industria, y los servicios se desarrollan fuertemente.
Se inicia una fase de migración en los campos y la población
se concentra en las ciudades más dinámicas.
3. Hasta el año 1958 Santiago
crece "libremente" hacia cualquier lado y en cualquier forma
de acuerdo a los intereses de cada cual o de cada grupo.
4. Esta situación hace crisis
en 1953, año en el cual el territorio agrícola destruido
en Santiago duplica el realmente ocupado. El Presidente Ibañez
y el Presidente Alessandri establecen la planificación metropolitana
y la planificación regional para estructurar el desarrollo
de las grandes ciudades y controlar su crecimiento.
5. Se fija un procedimiento de crecimiento
simultáneo: de formación de satélites en la microregión,
de extensión por relleno de suelos urbanos y de remodelación
y recuperación de áreas deterioradas y poco densas.
La administración de este padrón se entrega al Ministerio
de Obras Públicas y posteriormente esta responsabilidad pasa
al Ministerio de la Vivienda.
6. A pesar de que más del 50%
de la Vivienda es ejecutada por el Estado en los últimos 20
años, el Ministerio de la Vivienda no lleva a cabo el Plan
aprobado por los gobiernos sucesivos y la situación deriva
en este momento en que el crecimiento se ha desarrollado asimétricamente
en solo un aspecto. De ello derivan grandes inversiones para el Estado
y los Municipios y los habitantes se ven fuertemente perjudicados.
7. En las normas de control fijada por
el Plan Intercomunal es el Estado el que actúa de Juez entre
los intereses de los viviendistas (privados y públicos), con
metas a corto plazo y altos beneficios inmediatos, y los intereses
de la Nación, a mediano y largo plazo, sin beneficios económicos
inmediatos pero trascendentes para la supervivencia y seguridad de
las nuevas generaciones.
8. La solución de un problema
no puede estar en hacerlo aún más agudo.
9. La ciudad de Cartagena es uno de los
muchos casos en Chile en que nunca se ha considerado un límite
urbano, ni siquiera moderador, debido en gran parte porque ella está
rodeada de suelo no agrícola de mala calidad.
En los últimos 20 años
en esa ciudad se ha perdido el centro por deterioro y las poblaciones
y campamentos han destruido todo el paisaje, desde la Playa Grande,
el Valle de San Sebastián y los cerros inmediatos.
Se ofrecen loteos tentadores a bajo precio,
que terminan finalmente en "callampas" suburbanizadas, sin
agua, sin eliminación de aguas servidas, sin pavimento, sin
equipamiento, sin paisaje y totalmente contaminadas. Así, en
sólo 20 años ha sido destruido una de los más
hermosos balnearios de la zona central. Los suelos ciertamente han
bajado de precio, pero aún así son muy caros para lo
que allí se obtiene.
9. El sistema del supuesto "crecimiento
natural" trae consigo, además de los altos costos que
se traspasan al Estado, un grave problema de radical segregación
económica-social prácticamente insuperable, de lo cual
derivan a corto plazo, insolubles problemas políticos. Santiago
es un fiel ejemplo de esta situación.
E. PERSPECTIVAS FUTURAS
1. A cortísimo plazo, la política
de desarrollo que hará la extensión urbana, repercutirá
en una oferta de loteos y urbanizaciones para todos los grupos económicos.
Aparecerán ofertas para los habitantes acomodados y también
para la clase media y la clase baja.
2. Esta oferta durará un plazo
muy breve y será hecha por parte de los promotores que ya disponen
de grandes extensiones de suelo agrícola, no urbano, adquiridas
de antemano a muy bajo costo.
3. Rápidamente los adquirientes
se desalentarán por los costos indirectos de transporte, la
suburbanización, el abandono, las falsas promesas y la imposibilidad
de lograr el sueño que se les pintó.
4. Los suelos no bajarán de precio.
Posiblemente bajen algo los mayores precios especulativos.
5. Aumentarán las ganancias de
los promotores.
6. Aumentarán los costos de administración
del Estado, de los Municipios y de los habitantes.
7. Las áreas urbanas actuales
quedarán más abandonadas y con menores servicios.
8. A mediano plazo la política
de "Crecimiento Natural" será modificada, por las
mismas autoridades y los mismos economistas, volviendo al crecimiento
controlado y orientado por el Estado, dado el gran daño que
de ello habrá derivado.
Este fenómeno se puede apreciar en
muchos países del mundo gobernados por las más variadas
ideologías políticas.
9. Pero los daños causados serán
irreversibles.
10. Una ocupación de sólo
5.000 has en los próximos años destruirá la totalidad
del Valle agrícola del Maipo-Mapocho, si esta se implanta en
forma libre y errática de acuerdo sólo a los intereses
de los propietarios y promotores.
J.P.B. - Santiago, 27de
marzo de 1979.
Fte.: Copia en Archivo
del Departamento de Urbanismo de la F.A.U. de la Universidad de Chile.
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