Universidad de Chile

 

Poesía
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MARCIA MOGRO nació en La Paz, Bolivia. Estudió Literatura en la Universidad Mayor de San Andrés. Fue miembro fundadora del periódico El Zorro Antonio de la Facultad de Literatura de esa universidad. Publicó poemas en revistas y periódicos de Bolivia y Santiago.

Asistió en La Paz a talleres con el poeta boliviano Jaime Saenz; en Santiago con Raúl Zurita y Carmen Berenguer. En la actualidad trabaja en un proyecto de ensayo poético sobre los procesos de escritura.

Ha publicado dos libros de poemas Semíramis, 16 MG y Los Jardines Colgantes. Su tercer libro De la cruz a la fecha, será presentado próximamente.

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Desventuradas
como si fuera un sueño
contra las piedras del río
el reflejo de un cielo
lejano
lejano y azul como en un sueño

***

 

Si se mira sus cuerpos detenidamente
se las puede ver respirar
parecidas a organismos ya extintos
desventuradas
permanecen fijadas en el paisaje grave y severo
aún en nuestros días

***

 

Seducidas por las floraciones
las desventuradas
destacadas invariablemente sobre un fondo único
se ordenan desplegándose con precisión:
3 a 7
según la forma indicada en la parte inferior de la figura
y dando voces de júbilo
diseñan los jardines colgantes.

***

 

las suplicantas retorcidas
ante las puertas
volvieron a lanzar un grito:
querían ser encerradas
en aquellos manicomios pintados
y señalados y puestos

***

 

exánimes como una piedra
en un vasto sistema
LAS SUPLICANTAS SABEN
que el corazón es un lugar
que está ligado al mundo.
Y SE RETUERCEN. Y LLORAN.

***

 

arrastrada por las corrientes
una luna desapareció.

 

Soñó que avanzaba por una llanura
y se desplazaba por los pajonales
flotando
incandescente
junto a las cosas que tiemblan
humedecidas y resplandecientes
y más cercanas a la nada.

***

 

una luna
tal vez soñaba que estaba quemada
herida y abandonada
en un prado de hierbas infinitas
bajo las dunas,
detrás de las playas soñaba
que tu voz sacaba mi cuerpo
de una roca oscura
y quebrada
para reconocer juntos
y en posición de ensueño
la inclinación de las coas
cada una
en su sitio natural.

***

 

Estoy aquí
y estoy amándote
con gestos de loca cantan
                                            de botar las canoas
                                            de fósiles de plantas terrestres
                                            de un lugar cantan
desde donde recogen hierbas en las calles
y buscan sueros antivíboras entre rocas ocultas
y enormes
en las avenidas donde el animal
parece una ilusión las locas
nombran detalladamente las especies
que vivían en aquellos antiguos mares,
bajo el mundo
en la bóveda de las cuevas
gritan locas
como ovejas que pastan en rebaños interminables,
desventuradas,
no pudiendo ser quemadas,
cortadas, secadas ni humedecidas en los manicomios
continuamente cambiantes

***

 

Como un palacio arrastrado por el río
la clasificación de una luna
tiende a desmantelarse:
por causa de las corrientes
y de las aguas muertas,
por causa de los obstáculos
y de los estrechos

 

SUS PARTES SE DISPONEN ENTRE SI
DE UNA MANERA DIFERENTE
A LO QUE HUBIERA QUERIDO

***

 

después
fue necesario mirar tus ojos
y en desnudez sentir el cielo
que se abre
los jardines colgantes
las grutas que se abren
sentir tus posibles partes
ya en otro magnífico paisaje

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