Universidad de Chile

EL INFIERNO, DE LUZ ARCE: UN TRAMADO DE UNIDADES DISCURSIVAS.

por María Eugenia Escobar.

Universidad de Chile

 

Palabras preliminares.

El Infierno , de Luz Arce (1) , es un texto narrativo en que un "yo", que dice llamarse Luz Arce, cuenta su historia personal que corresponde, a grandes rasgos, a lo que le sucedió en su paso por "el infierno", entre los años 1974 -fecha en que fue detenida por primera vez- y los inicios de la presente década, que corresponden cronológicamente, al inicio de la "transición democrática" en Chile.

De esos años, la narradora-autora narra diferentes cuestiones : su militancia en el partido socialista, su detención, la tortura y apremios a los que fue sometida, su delación, su posterior ingreso a la DINA como funcionaria y profesora, su anhelo de desembarazarse de los organismos de seguridad del gobierno militar, su reencuentro con Dios y su conversión al catolicismo.

En nuestro acercamiento a este texto nos hemos encontrado con un tramado de unidades discursivas, que muchas veces se cruzan, aparecen de modo solapado o ,bien son, por el contrario, absolutamente premeditadas y explícitas. Deliberadamente, llamamos a El Infierno discurso , en el sentido de que no sólo expone y afirma una cuestión, una "historia", sino varias y distintas. Es a partir de esta multiplicidad, de la observación de un cierto desajuste producido por discursos diferentes, donde hemos intentado interrogarnos, no sólo por lo que el texto nos entrega explícitamente, sino también por lo que calla y, al callar, oculta o deforma.

Varios serán los elementos con que explicitaremos nuestro acercamiento al discurso constituido por El Infierno ,con una narradora-autora, Luz Arce , que cuenta "su historia" ; el carácter confesional que adopta lo narrado, en los marcos que, partiendo de un prólogo escrito por el sacerdote José Luis de Miguel, inscribe al texto en una nueva dimensión de tipo histórico-nacional ; "la ceremonia ritual", que conlleva todo el proceso que va desde la "conversión", pasa por la penitencia y concluye con la "reconciliación". Utilizaremos también, para reafirmar el "proceso " del que deseamos dar cuenta, , fotografías y recortes de prensa .Todos estos discursos van mostrando una forma específica de mostrar ciertos poderes , los que mediante un denso tramado, van conduciendo inexorablemente a la anulación del "yo".

En este tramado de discursos nos encontramos con un elemento que caracterizará el movimiento pendular que cubre nuestra investigación : por una parte , una testigo de los sucesos ocurridos entre 1974 y 1993 , narrados en testimonio escrito , las resignificaciones y relecturas realizadas con motivo del lanzamiento del libro , los cruces de discursos de poderes, como lo son en este preciso caso, especialmente el del poder eclesiástico y el de los medios de comunicación de masas. El problema de la memoria , tanto privada como histórica, aparecerá claramente esbozada en las opiniones vertidas por otras mujeres a mediados de 1998, exactamente 25 años después de lanzado el discurso-testimonio.

Prólogo con aval eclesiástico.

El presbítero José Luis de Miguel, O.P. escribe el prólogo de El Infierno . Comienza su discurso preguntándose acerca de la verdad : " ¿Cuál es el precio de la verdad ?...¿Tiene alguien derecho a patentar la verdad ? ¿Tenemos derecho a silenciar hechos horrorosos que, por desconocidos, puedan un día repetirse ?" (P. 15)

De este modo, él plantea de inmediato el problema de la verdad situándola junto a "precio", entendido como valor, estimación e importancia. Luego se pregunta acerca de la unicidad de la verdad, si efectivamente se puede hablar de ella con mayúscula, con derecho a patentarla. Pareciese que la misma pregunta conlleva la estimación de que no es única, que no pertenece específicamente a nadie. A partir de allí se cuestiona sobre el silenciamiento de ciertos hechos históricos que, siguiendo al sacerdote, podrían repetirse ; luego surgiría la necesidad de mostrar "una" verdad que , aunque parcial , tiene un determinado valor, precio.

Añade el sacerdote : "En las páginas que siguen, su autora, Luz Arce , vierte la que ha sido su verdad, la verdad de su experiencia de infierno...,y de la historia de Chile, coincidentes, en gran parte, con el período dictatorial del general Augusto Pinochet". (P. 14)

De modo que ,para el sacerdote, las "verdades" de las que dará cuenta el texto son dos : la verdad personal de Luz Arce en su paso por "el infierno" y, en segundo lugar, la verdad de la historia de Chile durante la dictadura. O, dicho de otro modo, la narración de Luz Arce es parte de la historia del Chile dictatorial.

Aclarado lo anterior, el presbítero José Luis de Miguel adopta una nueva modalidad discursiva, propia -a mi parecer- del discurso religioso-cristiano : su carácter confesional. Escribe al respecto : "El Infierno es una confesión que busca, además, conversión, catarsis, reconciliación, triunfo de la verdad". (p. 17) Con estas palabras, lo que se indica con claridad es que el texto de Luz Arce debe ser comprendido como una confesión, la que una vez realizada, hace que surja de ella la "verdad".

El sacerdote nos narra asimismo que El Infierno debe su gestación a un período en que la narradora-autora necesitaba , a modo de catarsis personal, relatar lo que le había sucedido, para así "poder perdonar y perdonarse". En este proceso individual, ella habría tenido también su "reencuentro" con el Señor : "Según ella constataría, en el Señor, se reencontró con el sentido de la vida, también de "su" vida ; con el sentido del dolor redentor...lo que le significaría ser libre de verdad". De este modo en "largos silencios...buscados en la soledad fecunda y en la quietud del encuentro con el Señor...ofrecieron a su alma el tempero propicio para que creciera el perdón cristiano para quienes fueron sus victimarios. Y la solicitud de perdón a quienes ella, a su vez, causó dolor". (p. 17)

Siguiendo el discurso religioso, observamos que el trayecto recorrido se inicia de una necesidad de relatar, de contar, como una catarsis personal. En esta búsqueda , Luz Arce se habría reencontrado con el Señor, se habría confesado escrituralmente, y a través del "dolor redentor" había logrado perdonar, perdonarse y redimirse .

Pero, falta aún por agregar la forma como esta "confesión", verdad subjetiva que adquiere nuevas dimensiones al convertirse en verdad cristiana, se enlaza y aúna con la otra historia, la historia de Chile. Es la lección, el carácter didáctico que subyace al discurso confesional : "Para que se conserve el recuerdo de los métodos de opresión y de muerte que descoyuntaron la convivencia y los valores nacionales. Para no sólo señalar, sino andar el camino -verdadera "Vía Dolorosa"- que desde la des-unión lleva a la reconciliación y a la paz". (P. 17) Así , la confesión de Luz Arce sirve para unir una verdad individual en discurso nacional, el que luego de pasar por una "Vía Dolorosa", nos llevaría finalmente a la reconciliación y a la paz. Se trataría, ni más ni menos, de la transformación e inserción de un discurso subjetivo en un discurso hegemónico nacional, en un Chile postdictatorial. ¿Cómo se lleva a cabo este proceso? ¿Qué elementos se articulan en torno a él ?

El discurso del saber como poder.

El "yo" narrador, que se ha presentado como Luz Arce, cuenta sobre su detención , la tortura a la que fue sometida y del peculiar modo cómo logra mantenerse con vida ; se percata que posee algo que sus enemigos no poseen ; un "capital" que es el saber. Es el saber del vencido , que hace resistencia al poder del vencedor, y que se irá transformando en un poder dentro de otro, que se establece como un saber desconocido para el otro.

Luz Arce ha pasado por varios centros de detención y tortura. Llega a una casa en la calle José Domingo Cañas, cuyo jefe era el capitán de carabineros Ciro Torré. La narradora describe su primer encuentro con él : "No tenía o no manifestó una opinión propia respecto de cuestiones contingentes o de los partidos políticos. Constantemente me pedía aclaraciones sobre ellos...Aumenté el número de palabras raras. Muchas improvisadas en el momento, o simplemente sinónimos rebuscados...Mi vida comenzó a depender de lo que en el pasado había aprendido , leído y pensado. Tenía una sola arma : mi cabeza, y un hecho fortuito : el oficial era más ignorante que yo en esas materias" (pp.152-153).

Ella se da cuenta que tiene un poder, que es el que le otorgan las palabras. De la totalidad de su cuerpo, lo único con " valor " es su cabeza, su capacidad de pensar , recordar o simplemente inventar; que el capitán hubiese sido un "ignorante" en materias de política nacional, fue indudablemente un hecho fortuito que la favoreció en su inicio como "cerebro en materias de marxismo" (p. 155). Ella sabe que al igual que Scheherazade, en Las Mil y Una Noches, deberá ir contando nuevas cosas cada vez, que el día que no tenga nada más que contar, ése será el día de su muerte. Analizando así la situación, la narradora cuenta que le ofreció a Torré lo siguiente : " Capitán, lo primero que haré para usted será un vocabulario marxista. Y luego un Manual de Comunicaciones. El capitán se veía contento y decidido a transformarse en un oficial de Inteligencia. Lo alenté a seguir leyendo libros de espionaje, diciéndole que era una buena escuela" (P. 154).

Su fama como mujer inteligente y conocedora del marxismo se fue extendiendo rápidamente. Un oficial -cuenta la narradora- niega incluso a la guardia, compuesta por jóvenes reclutas, que hablen con ella: "Esta huevona es inteligente y tiene una labia que puede darnos vuelta a estos cabros", opina. (P. 158).

Será esta fama de mujer inteligente, "fría como una computadora" (como la calificó un agente de la DINA) lo que le abrirá las puertas de la DINA. Deja de ser una prisionera para convertirse en funcionaria. La situación -en lo económico-mejora para ella. Además se siente protegida en el alero del entonces coronel Manuel Contreras. EL Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) , en documento público, había condenado a muerte a Luz Arce, Marcia Alejandra Merino y María Alicia Uribe, alias Carola. Narra : "El coronel Contreras me comunicó que desde ese momento pasaba a ser funcionaria de la DINA. Agregó que era para mi seguridad ya que el MIR nos había condenado a muerte a las tres, que estaríamos cómodas y bien cuidadas." (P. 231)

Comienza trabajando como secretaria del general Rolf Wenderoth, quien además se convierte en su amante. Su eficiencia en el trabajo le permite ascender a analista en el Departamento de Inteligencia Interior de la DINA : "me correspondía todo lo concerniente a partidos políticos de izquierda menos el MIR y como nadie quiso asumir lo concerniente a la Iglesia, yo lo tomé" (P. 253-254). No se detiene allí. Llega a ser profesora de marxismo en la Escuela Nacional de Inteligencia. "Me propuse ( -cuenta-) intentar que el curso de marxismo fuese objetivo" (p. 255).

Mientras la narradora nos sigue contando cómo va escalando poder como oficial de la DINA, en el Chile dictatorial de esos momentos, el sistema del general Pinochet comienza a tambalear por primera vez : el general Contreras ha sido substituido de su cargo ; la DINA, de la noche a la mañana, se transforma en CNI. La estricta censura existente en años anteriores se va tornando cada vez más difícil de controlar ; la ciudadanía ha comenzado a conocer relatos testimoniales previamente publicados en el exterior, algunas periodistas, como Patricia Pulitzer, han publicado reportajes sobre "la otra cara" de Chile. El "saber" de Luz Arce se va haciendo casi innecesario. Los militares tenían ya a esas alturas "el conocimiento", el "saber" que en años anteriores no poseían. La narradora-autora nos cuenta que en esos años comienza a cuestionarse seriamente acerca de su posible salida de la organización. Pero, aún pesaba sobre ella "la condena a muerte" publicitada por sus ex-compañeros. Es en este proceso cuando, en medio de tanta incertidumbre, se produce su " encuentro con el Señor".

Este encuentro será decisivo, ya que será a través de él y de la conversión al catolicismo, donde la totalidad del discurso narrativo de El Infierno se inscribe como relato confesiona,l como "verdadero", en los marcos de "verdad cristiana". Dios aparece en su camino para ampararla y darle valor, cuenta la narradora .Pero, como analizaremos siguiendo este tramado de discursos , el altísimo "precio" del perdón y la reconciliación será la anulación de su yo.

Conversión e inicio del ritual.

Michel Foucault, en Tecnologías del yo,(3) en su conferencia V, hace referencia al cristianismo como religión confesional ; Indica que dentro de las diferentes maneras en que era posible descubrir y descifrar la verdad acerca de sí existía la exomologesis, que debía ser comprendida como "reconocimiento del hecho". Añade Foucault que la palabra tenía asimismo un sentido penitencial que consistía en un ritual de "penitente". reconocimiento de sí mismo como pecador y penitente".También afirma que, a partir de la Edad Media, la exomologesis se convirtió en un ritual "que tenía lugar al final del período de penitencia justo antes de la reconciliación" ;que no se trataba de "una conducta verbal, sino un reconocimiento dramático del estatuto propio del penitente." (5)

Luz Arce narra prolijamente en El Infierno acerca de cómo logró salir de los aparatos de seguridad de la dictadura. Cuenta que se ha reencontrado con su esposo, que su salud psíquica es deplorable : "Estaba enferma, comencé a sentir cefaleas fuertes, pérdida del equilibrio, desesperación hasta la inconciencia. Me vieron varios médicos y nada calmaba mis dolores...Uno de esos días le pedí a Diego ...que por favor fuera a buscar un sacerdote...el padre escuchó esa mezcla de dolor y vergüenza, me administró el sacramento de la Unción de los enfermos y me dio la Eucaristía". (pp. 337-338). Enferma, sin que ningún médico ni medicamento la ayudara, acude a un sacerdote y se confiesa. El, a su vez, le otorga dos cosas : el aceite divino, que ayuda a pecadores y enfermos, y la hostia o cuerpo divino. Dios ha ingresado a su cuerpo. El ritual ha comenzado. "Comencé a sanar...desperté y supe que Dios existía, no podía creerlo. Fue como amanecer en un día soleado, me vestí llena de felicidad y fui a la ventana. Estaba Dios en todo lugar, voceando la maravilla inmensa de su creación, podía percibir la presencia divina en los árboles, en el cielo lleno de nubes..." (p. 338). Será, de ahora en adelante , una conversa al catolicismo. En esta nueva etapa de su vida comienza a recibir el apoyo de un sacerdote dominico llamado Gerardo. "Con su ayuda pude ir al fondo de mi ser y sentir que soy cristiana. Ser conversa es una de las cosas más hermosas que me ha sido dada". (p. 337). Feliz, comienza a sentir deseos de escribir.

Deseamos detenernos en este proceso escritural , ya que a partir de la confesión se producirá la transformación de sí misma, una modificación tal que le permitirá alcanzar un estado que, siguiendo a Michel Foucault, en Tecnologías del yo la modificará, con la finalidad de lograr un cierto estado de felicidad y de perfección ; El cristianismo, nos dice Foucault, pertenece a las religiones de salvación. Para conseguirla, impone una serie de condiciones y de reglas de conducta con el fin de obtener cierta transformación del yo. Se trata de una hermenéutica de sí, vale decir, la exigencia de descubrir y decir la verdad acerca de sí, cuya finalidad última es la renuncia de uno mismo .

Luz Arce desea la salvación, se siente pecadora, se confiesa, realiza un examen de sí : "nunca me había enfrentado tan desnuda ante mí misma. Debí comenzar a dar cabida a otras cosas, comenzar a bucear en el propio corazón de cara al Señor. Me sentí más basura que nunca. El padre trataba de mostrarme que el Señor vino también por mí. Sobre todo por quienes somos pecadores. Supe que vendrían días difíciles". (p. 339) .

Luz Arce realiza un examen de sí "referido a la relación entre el pensamiento oculto y una impureza interior" (6) . Así, su narración puede verse como la historia del monje utilizada por Casiano y releída por Foucault. Se trata de un monje que robó pan y no lo quiere reconocer. "La diferencia entre los buenos y los malos pensamientos no pueden ser explicados sin dificultad, porque el mal está escondido y no dicho . Finalmente, el monje se prosterna y se confiesa. Sólo cuando se ha confesado verbalmente sale el demonio de él...La confesión es la marca de la verdad"(7), Luz Arce actúa como el monje de Foucault. Al confesarse, entrega el mal causado por sus acciones y esto convierte su narración en " verdad " cristiana.

¿Cómo se lleva a cabo esta fusión entre confesión y acto escritural ?

La narradora-autora cuenta que en su proceso conoce a otro sacerdote, el padre José Luis. Ella había comenzado a escribir, pero el resultado no fue de su agrado y por esa razón lo quemó. Se acerca la Navidad y ella desea hacerle un regalo al presbítero. No tiene dinero para ello. Decide probar una vez más con la escritura y escribe dos capítulos de El Infierno: "Once de septiembre de 1973" y "Lumi Videla Moya". Satisfecha con el resultado, se los obsequia al padre José Luis: "el padre leyó mi regalo, y me animó a que retomara los escritos. Comencé una vez más. Escribí cada mañana. Al terminar la jornada, colocaba el manuscrito en un sobre cerrado en un estante. José Luis retiraba mis escritos a diario. Nunca releí aquello, menos todo junto". (p. 341)

Luz Arce dice que entrega sus manuscritos al padre José Luis, se los "regala". El los retira. Ella nunca los relee. De este modo, la narración se va transformando en una confesión escrita. Ella, por su parte, se siente profundamente agradecida, ya que ha ingresado al alero de la Familia Dominica.

Pero , con la conversión se produce también la entrega de su discurso, de sus palabras, de su "saber" : "Conocer a Dios cambió mi vida. Sentir que Dios es Amor, que su palabra es Palabra de Amor. Que como cristianos somos convocados sobre todo a la obediencia a la Palabra.. La tantas veces infiel, la Luz que se sentía miserable comenzó a desear poder decir sí al Señor " (p. 265) Con esto lo que ella claramente expresa es que ha entregado sus palabras (escritas) y que en adelante existirá otra palabra que relevará su discurso, por ser éste último el verdadero : el discurso de Dios . Así, ella hace entrega de su discurso, de sus palabras. Luz Arce podrá ser "absuelta", pero ha perdido el único poder que la había ayudado a mantenerse con vida durante el período pasado en prisión y centros de tortura : sus palabras, su discurso personal.

Por otra parte , si bien la confesión la " absolverá" por los daños cometidos, ella deberá pagar un precio por ello. O dicho con otras palabras, deberá cumplir "penitencia".

Luz Arce como penitente ingresa a escena.

El miércoles 17 de noviembre de 1993, en el piso 15 del Hotel Galerías, en pleno centro de Santiago , fue "lanzado" el libro El Infierno, de Luz Arce. Nos encontramos en un nuevo espacio político-cultural : la llamada "transición hacia la democracia". En este espacio postdictatorial el discurso inicialmente realizado por una "testigo", ha sido reciclado por la revisión y relectura eclesiástica. En este nuevo marco, Luz Arce ingresa a escena como penitente y conversa.

Revisando diarios y revistas de fecha posterior, nos encontramos con varias cuestiones que desearíamos precisar. Ellas tienen directa relación con la recepción del texto, la visión que de él entregaban los periodistas , la forma en que se referían a su autora y el modo peculiar como concluyó lo que llamaremos más adelante "la consumación del ritual." Examinaremos , en lo que sigue, la condición de "penitente" de la autora-narradora, de cómo el lanzamiento del libro sirve para la realización de un ritual altamente dramático y de cómo esto se revierte al final..

Con la finalidad de mostrar el carácter de ritual que asume el lanzamiento del libro, comenzaremos describiendo la escena misma en que se desarrolló la ceremonia . En general, cuando se publica un libro, los periodistas que con posterioridad se refieren a él lo analizan, entregando su opinión personal acerca de la calidad, nivel de entretención para un posible lector "de fin de semana", suelen aportar con alguna información sobre el autor, etc. Pero, lo que es absolutamente inusual, es la descripción del tipo de público asistente al evento, quiénes son, qué representan y por qué razón están asistiendo al acto.

Veamos lo que dice la prensa al respecto ; "En el acto no sólo estaban presentes sus amigos más íntimos, sus hijos y su esposo, sino también sacerdotes y religiosas, quienes la han visto ahora en su nueva faceta, dedicada al estudio de la teología".(8)

Sonia Lira, en el diario La Época, escribe en su artículo "Luz Arce presentó libro con su historia" :"Destacaron, entre quienes tomaron la palabra, un sacerdote jesuita que fue su profesor ...también hablaron un par de religiosas y un familiar que, aunque no se identificó, dejó claro que su vínculo con Luz Arce era estrecho" (9)

El diario La Tercera agrega, a los grupos ya mencionados, que "entre los concurrentes se encontraban varios ex detenidos por la disuelta DINA-que entre ellos se llaman "sobrevivientes"- y la esposa de un detenido desaparecido, Alfonso Chanfreau, Erika Hennings" .(10)

En síntesis, en la "ceremonia" estaban presentes los siguientes estamentos de poder : el poder eclesiástico, la Iglesia católica, representadas por el sacerdote jesuita y un grupo considerable de monjas y novicias. El poder judicial, representado con la presencia del abogado Correa Sutil, que además había sido miembro de la Comisión por la Verdad y Reconciliación. Estaban también presentes el esposo y un hijo, representantes de la familia chilena, núcleo central de la sociedad chilena... Ante tan importante público, ¿Cómo se nos presenta ella, Luz Arce ?

En todas las fotografías la vemos vestida como un cierto "prototipo" de la mujer chilena de clase media : ropas ni modernas ni pasadas de moda, pelo corto muy ordenado, escaso maquillaje, una cierta tendencia a la obesidad y con un enorme crucifijo colgando de una cadena. Pese a estar consciente que nuestra apreciación de las fotografías tiene un carácter meramente "impresionista", quisiéramos agregar que toda su apariencia mostraba a una mujer cualquiera, de edad mediana, vestida como muchas, que seguramente pasaría desapercibida a nuestros ojos, si no fuese porque "de antemano" sabemos quien es.

¿ Y qué es lo que hace esta mujer durante la ceremonia ?

Regresamos a los recortes de prensa. Sonia Lira nos describe lo siguiente : "La autora se mostró emocionada durante la mayor parte de la conferencia, sobre todo cuando una vez concluidas las preguntas de rigor se dio paso a una especie de foro donde el público tuvo un par de minutos para dar a conocer públicamente sus sentimientos respecto del libro y de su autora".(11) De modo que Luz Arce se emocionó, hubo un "foro" donde el público dio "a conocer públicamente...sus sentimientos".

El artículo del diario La Tercera ( anteriormente citado) "Luz Arce lloró al presentar El Infierno ". se inicia del siguiente modo : "Luz Arce no pudo contener sus lágrimas. Cuando se dirigió a los presentes, su voz se quebró, pero luego se repuso para continuar con su discurso" . Luz Arce llora, el público expresa sus sentimientos hacia ella. También entrega un discurso, esta vez oral. Da explicaciones. ¿Sobre qué ? Sobre ella, sujeto histórico Luz Arce. El diario La Tercera cita parte de su discurso : "Volví al país dispuesta a enfrentar la justicia. No voy a acogerme a la ley de amnistía. Si se presenta alguna querella, iré al tribunal a declarar". Agrega : "No se me puede acusar por no saber más de lo que sé. Sí por haber colaborado. Por haber sido funcionaria de la DINA. Por haber necesitado tantos años para decidirme a llegar a los tribunales ..." La penitente Luz Arce se exculpa, llora y baja la vista como pidiendo perdón. Los asistentes al espectáculo ritual miran y escuchan.

La consumación del ritual.

Volviendo al término de "exomologesis" como "reconocimiento del hecho" utilizado por Michel Foucault, afirmamos que es eso precisamente lo que Luz Arce hizo en la ceremonia pública recién descrita . Al igual que los antiguos cristianos, ella admitió sus faltas en dos etapas. La primera, realizada mediante un acto confesional y privado. La segunda, frente a la comunidad chilena, presente en el acto penitencial. La confesión le había otorgado el "rango" de penitente, tal como ya se analizó anteriormente.

Retomando a Foucault, los rasgos principales de la penitencia eran, en términos globales, probar el sufrimiento,(el llanto, a Luz Arce se le quebraba la voz), demostrar la vergüenza (en las fotografías ella siempre tiene la vista baja), y hacer visible la humildad (su buena disponibilidad de presentarse a los tribunales, si ello era necesario). Todos estos elementos están presentes en la ceremonia-lanzamiento.

Finalmente, nos preguntamos , ¿cuál sería el objetivo a lograr con todo este ceremonial ? El objetivo a lograr comenzó con el reencuentro con Dios, del que se da conocimiento en los capítulos finales de El Infierno. Prosiguió con la asunción de la falta, lo que provocó a su vez la necesidad de expiar el daño cometido. Esta necesidad es en parte resuelta mediante un acto confesional. La expiación se realiza a través de la penitencia y concluye con la "reconciliación" , objetivo fundamental del prólogo eclesiástico , al que Luz Arce ha accedido, al entregar su palabra , su poder, al discurso divino.

La reconciliación , sin embargo, no le será entregada gratuitamente. Este ritual, al que asisten autoridades de los más altos estamentos de poder, con un sujeto histórico Luz Arce que ha seguido paso a paso los elementos que conforman su ciclo penitencial , la reconciliación y el perdón le serán " oficialmente" otorgados a cambio de la anulación de su "yo" anterior.

Cumplidos todos los eslabones que van desde la culpa, pasando por la conversión y la penitencia, nos encontramos frente a la última cadena de significación del ritual : es el asunto de la identidad. La penitencia, en sí misma, nos indica Foucault ,no tiene como objetivo el establecimiento de una identidad, sino que, por el contrario, sirve para señalar el rechazo del yo. De este modo representa una ruptura con la identidad pasada. Y, consecuentemente, la revelación de sí es al mismo tiempo destrucción de sí , anulación del "yo" anterior.

El ciclo concluye aquí. El lanzamiento del libro es el último punto de enlace de una larga cadena ritual que se inicia cuando Luz Arce , narradora-autora sobreviviente a la prisión y a la tortura gracias al poder de sus palabras, regala sus manuscritos , su discurso personal, a las autoridades eclesiásticas, las que le sirven de aval para lograr el perdón comunitario nacional de un Chile ya en plena transición . Discurso subjetivo y discurso hegemónico unidos finalmente gracias al "poder" de una nueva palabra : la palabra reconciliación.

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Notas

1. Luz Arce : El Infierno. Santiago, editorial Planeta, 1993.Todas nuestras citas corresponden a esa edición. volver

 

 

3. Michel Foucault : Tecnologías del yo. Barcelona, Ed.Paidós, 1995. volver

 

 

5. Michel Foucault : Ibid., p. 86. volver

 

 

6. Michel Foucault : Ibid. Pág. 91. volver

 

 

7. Michel Foucault : Ibid. Pág. 86. volver

 

 

8. Diario La Tercera de la Hora, Santiago, 28 noviembre 1993. volver

 

 

9. Diario La Época, Santiago, 19 noviembre 1993. volver

 

 

10. Diario La Tercera de la Hora. Santiago, 28 noviembre 1993. volver

 

 

11. Diario La Época, Santiago, 17 noviembre 1993. volver