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Para que nadie quede atrás

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Jaime Valdés Concha

EL ROMÁNTICO QUIJOTE DE PUTÚ

Por Juan Esteban Lastra

“Respetaba tanto a los niños como a los ancianos”…

La afirmación melancólica es de doña Marina Concha, mamá de

Jaime Valdés. A los 88 años lo recuerda con mucha nostalgia y

pena. Era su hijo mayor de cuatro hermanos. Fue el único hombre.

Se fue sin despedirse.

Sentada en el antejardín de su casa post terremoto del 27/F, teje y

teje hundida en sus recuerdos y pensamientos, cuidada por Flor en

el día y su sobrina Ana por las noches, en su Putú natal en la Región

del Maule, a 25 kilómetros de Constitución. Putú es un poblado

agrícola y legendario. Situado en un punto de la antigua ruta por la

cual circulaba Lautaro con sus huestes. Los antepasados de aquella

época eran promaucaes, habitantes pacíficos que fueron leales al

líder mapuche y a su tierra.

Con esa historia, entre pinos, chacras, dunas y playas nació Jaime

Valdés un 3 de octubre de 1952. Y el 25 de julio de 1997 partió

abrupta y definitivamente en Santiago. Vivió 44 años. En las más de

cuatro décadas sembró como ninguno. Hizo una huella imborrable

entre su familia, amistades, compañeros y quienes lo conocieron.

La primera vez que lo vi estaba solitario en el patio de la Escuela

de Periodismo del Campus de Economía. Esa casona ubicada a

un par de cuadras de la Plaza Italia, en la calle Belgrado. Hoy lleva

el nombre de José Carrasco, periodista que fue asesinado por la

dictadura. Jaime lo admiraba.

Alto, delgado, desgarbado, chascón y un bigote descuidado, me

llamaron la atención. Le hablé porque era de mi generación. Es

decir, mayor que los compañeros habituales de la Escuela de Pe-

riodismo. Me contó que venía de Arquitectura, pero que había

dejado la carrera porque no le había gustado. Estuvo cuatro años.

La verdad fue que dejó la carrera porque le salía muy cara y no

podía seguir solventando los gastos que significaban los materia-

les.

Entonces volvió a dar la Prueba de Aptitud Académica y quedó

en Literatura, pero al año se cambió a Periodismo. Comenzó en

1979 y egresó en 1984.

Antes, en 1971 había ingresado a Veterinaria en Valparaíso.

Un Quijote romántico, luchador y justiciero.