LOS NUEVOS

LOS NUEVOS aparecen en el panorama literario nacional como reacción contra ciertas expresiones modernistas y centenaristas, agrupando alrededor de la revista Los Nuevos en 1925 a distintos escritores, intelectuales y políticos quienes participaban en las tertulias de café y en algunos aconteceres del país.
A pesar que la mayoría de sus miembros terminaron plegados a la tradición y a la voz modernista, la aparición en 1926 de Suenan timbres de Luis Vidales, le brindó a Colombia una pincelada de vanguardismo e irreverencia en momentos que se respiraba un ambiente academicista y provincial.
Algunos de los más representativos poemas de LOS NUEVOS y sus contemporáneos integran este numero de Golpe de dados.

La presente antología fue realizada por Mario Rivero y Federico Díaz-Granados.

 

RELATO DE SERGIO STEPANSKY

Juego mi vida!
Bien poco valía!
La llevo perdida
Sin remedio!

ERIK FJORDSON

 

Juego mi vida, cambio mi vida
De todos modos
la llevo perdida...

Y la juego o la cambio por el más infantil espejismo,
la dono en usufructo, o la regalo...

La juego contra uno o contra todos,
la juego contra el cero o contra el infinito,
la juego en una alcoba, en el ágora, en un garito,
en una encrucijada, en una barricada; en un motín;
la juego definitivamente, desde el principio hasta el fin,
a todo lo ancho y a todo lo hondo
-en la periferia, en el medio,
y en el sub-fondo-

Juego mi vida, cambio mi vida,
la llevo perdida
sin remedio.

Y la juego -o la cambio por el más infantil espejismo,
la dono en usufructo, o la regalo:..:
o la trueco por una sonrisa y cuatro besos:
todo, todo me da lo mismo:
lo eximio y lo ruin, lo trivial, lo perfecto, lo malo...
Todo, todo me da lo mismo:
todo me cabe en el diminuto, hórrido abismo
donde se anudan serpentinos mis sesos.

Cambio mi vida por lámparas viejas
o por los dados con los que se jugó la túnica inconsútil:
-por lo más anodino, por lo más obvio, por lo más fútil:
por los colgajos que se guinda en las orejas
la simiesca mulata,
la terracota rubia,
la pálida morena, la amarilla oriental, o la hiperbórea rubia:
cambio mi vida por un anillo de hojalata
o por la espada de Sigmundo,
o por el mundo
que tenía en los dedos Carlomagno: -para echar a rodar la bola...

Cambio mi vida por la cándida aureola
del idiota o del santo;
la cambio por el collar
que le pintaron al gordo Capeto;
o por la ducha rígida que le llovió en la nuca
a Carlos de Inglaterra;
la cambio por un romance, la cambio por un soneto,
por once gatos de Angora,
por un copla, por una saeta,
por un cantar;
por una baraja incompleta;
por una faca, por una pipa, por una sambuca...

o por esa muñeca que llora
como cualquier poeta.

Cambio mi vida -al fiado- por una fábrica de crepúsculos
(con arreboles)
por un gorila de Borneo;
por dos panteras de Sumatra;
por las perlas que se bebió la cetrina Cleopatra-
por su naricilla que está en algún Museo;
cambio mi vida por lámparas viejas,
o por la escala de Jacob, o por su plato de lentejas...

o por dos huequecillos minúsculos
-en las sienes- por donde se me fugue, en gríseas podres,
toda la hartura, todo el fastidio,todo el horror que almaceno en mis odres...

Juego mi vida, cambio mi vida.
De todos modos
la llevo perdida.

LEONDE GREIFF (1895-1976)

LA ROSA

Esta rosa en el cielo, inmóvil, pura;
y este aire, que la cerca, y la convida:
y ella, en su propio sueño suspendida,
serena, en su voluble arquitectura.

Es casi de cristal, en la segura
presencia de su línea estremecida:
tan perfecta, en el tono, y la medida,
exactos, de su tedio y su hermosura.

El aire pasa, y ella, sola, queda,
embriagada en su tácito perfume,
oculta entre su tálamo de seda.
Y en la alta noche su virtud resume
trémula gota que, en la sombra rueda,
y en estéril silencio se consume!

JOSE UMAÑA BERNAL (1899-1982)

 

EL FESTIN

Un negro; y un mantel blanco en la mesa
Recién servida. El hombre inmanumiso,
Nada puede tocar. Así lo quiso
Su piel oscura, su pelambre espesa.

¡que hermosa la dulcísima frambuesa
y el pan qué nutridor, y cómo el guiso
sahúma el culinario paraíso
cubierto de uvas, de alcaparra y fresa!

Y él esta allí, con hambre en esa casa;
Con sed en las lagunas de ese huerto;
Con el frío en los rescoldos de esa brasa.

Invitado a un festín del que es lo yerto;
La seca miel que la amargura tasa,
Y el comensal de un trágico desierto.

GERMANPARDO GARCIA (1902-1990)

LA ORACION DE LOS BOSTEZADORES

Dedicado a Leo Le Gris - Bostezador

Señor,
Estamos cansados de tus días
y tus noches.
Tu luz es demasiado barata
y se va con lamentable frecuencia.
Los mundos nocturnales
producen un pésimo alumbrado
y en nuestros pueblos
nos hemos visto precisados a sembrarle a la noche
un cosmos de globitas eléctricas.
Señor,
Nos aburren tus auroras
y nos tienen fastidiados
tus escandalosos crepúsculos.
¿Por qué un mismo espectáculo todos los días
desde que le diste cuerda al mundo?
Señor,
Deja que ahora
el mundo gire al revés
para que las tardes sean por la mañana
y las mañanas sean por la tarde.
O por lo menos
-Señor-
si no puedes complacernos
entonces
-Señor-
te suplicamos todos los bostezadores
que transfieras tus crepúsculos
para las 12 del día.
Amén.

LUIS VIDALES (1904-1990)

 

IMPRECACION DEL HOMBRE DE KENYA

¿Y si me da la gana de ir al río?
¿Y si me da la gana de empinarme más que la jirafa?
¿Y si me da la gana de hacerme con la piel del leopardo un escudo y con su cola un penacho?
¿Y si me da la gana de ganarle en la carrera al antílope?
¿Y si me da la gana de espantar al león con sólo un grito y una rama encendida?
¿Y si me da la gana de hacer del elefante mi amigo?
¿Y si me da la gana de cazar al cocodrilo con sólo un palo aguzado?
¿Y si me da la gana de los sortilegios?
¿Y si me da la gana de palpar todo mi alto cuerpo cobrizo?
¿Y si me da la gana de macerarlo en aceites?
¿Y si me da la gana de coronar mi cabeza con multicolores penachos cimbreantes?
¿Y si me da la gana de hincar los dientes en la fruta, en la pulpa de la niña o en el hombro de mi enemigo?
¿Y si me da la gana de llevar a la mozuela al lugar en que el bosque canta?
¿Y si me da la gana de oler sus axilas entre las altas hierbas?
¿Y si me da la gana de husmear su sexo asaltado por las escolopendras?
¿Y si me da la gana de bailar con ella la nocturna danza del amor?
¿Y si me da la gana de escuchar su dulce queja?
¿Y si me da la gana de que los gallos salvajes se esponjen en torno nuestro?
¿Y si me da la gana de que en los largos pezones de la niña se posen las luciérnagas
¿Y si me da la gana de que toda la tribu muestre sus dientes de coco, riendo con mi hijo recién nacido?
¿Y si me da la gana de ver a centenares de niños jugando con las frutas, el todo, y las palmas?
¿Y si me da la gana de oír a las mujeres de la aldea piloneando el millo?
¿Y si me da la gana...?
¿Y si me da la gana de trepar hasta la cima del monte Kenya?
para ver desde allí mi país, todo mi país, toda mi gana?
¿Y si me da la gana de tenderme al sol para medir con mis hombros y mis
(riñones y mis piernas toda mi tierra, mi tierra, mi tierra, mi tierra nativa?
¡Ay, ay, ay!
¿Dónde está esa tierra, la que fue mi tierra, mi tierra propia?
Apenas le alcanza el día al sol para lamer con su lengua
caliente esa tierra, toda la tierra que rodea al que fue
mi monte Kenya,
y el kenyata no tiene ya de su tierra con qué hacerse una estrecha casa de¨muerto.
¿Y si no me da la gana ? ,

¡Gana de mi libre gana!

JORGE ZALAMEA (1905-1969)


EL LENGUAJE MISTERIOSO

Surgen de la entraña nocturna
los tambores litúrgicos...
Un mundo elemental despierta
bajo el eco enronquecido.
y entre resplandores de marfil
cada hoja recoge
la inmensidad de la tierra
¿Quién puede adivinar el lenguaje sombrío de estas llamadas
estremecidas de misterio?
La noche conduce el trémolo entre archipiélagos de árboles,
sobre océanos de silencio!

JORGE ARTEL (1908-1994)

 

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