Las prostaglandinas (PG) corresponden a un grupo de sustancias derivadas del Acido Araquidónico, un ácido graso poliinsaturado de 20 carbonos sintetizado a partir del Acido Linoleico. Estas sustancias se caracterizan porque bajo condiciones fisiológicas ejercen efecto en tejidos próximos al lugar de su síntesis y además experimentan un rápido metabolismo en el organismo (Booth y Mc Donald, 1988).
En la práctica profesional del médico Veterinario existen varias PG sintéticas y naturales disponibles, entre las primeras cabe mencionar: Cloprostenol, Fluprostenol y Prostaleno, todos análogos sintéticos de la PGF–2 alfa y como producto natural se conoce el Dinoprost Trometano (Booth y Mc Donald, 1988).
Las PG poseen efectos fisiológicos sobre el tracto genital de la hembra, destacando la capacidad de estimular la contracción del miometrio y la relajación del cervix. Además pueden inducir la lisis del cuerpo lúteo dando origen a una inhibición de la esteroidogénesis luteal (Feldman y Nelson, 1991).
En la práctica de clínica menor el empleo de PG ha sido bastante discutido debido a la irregularidad en los resultados obtenidos y a que pueden generar efectos colaterales no deseados (ptialismo, emesis, diarrea, dolor abdominal, taquicardia y choque) (Lein, 1989).
Sokolowsky y Geng (1977) reportan que la dosis letal media de PGF–2alfa natural en la perra, vía subcutánea, es de 5.13 mg/kg. Sin embargo, las PG naturales representarían una alternativa para el tratamiento de la piometra, metritis puerperal e inducción de aborto (Lein, 1989; Feldman y Nelson, 1991).
Feldman y Nelson (1991) recomiendan que al considerar el uso de PG para el tratamiento de piometra, se debe tener en cuenta el deseo del propietario de conservar el potencial reproductivo de la hembra, el estado de salud general, la edad y el grado de abertura de la cervix. La dosis sugerida es de 0.25 mg/kg de PGF 2 alfa natural, vía subcutánea, cada 12 horas durante 5 días consecutivos.
Sciorsci y col. (1992) estudiando una asociación terapéutica de PGF 2 alfa y Atropina en el tratamiento de piometra, con el propósito de antagonizar los efectos indeseables de la primera, obtuvieron resultados alentadores desde el punto de vista clínico; reportando adecuado vaciamiento uterino y sólo algún grado de taquicardia en las hembras tratadas. Las dosis utilizadas fueron: 0.25 mg /kg de PGF 2 alfa y 0.1 mg/ kg de Atropina.
La PGF–2 alfa ha sido utilizada como abortivo en la perra en casos de apareamiento no deseado (Romagnoli y col.,1991; Feldman y col., 1993; Memon y col., 1993). Al respecto, resulta interesante citar la observaciones de Romagnoli y col. (1991) quienes determinaron que el cuerpo lúteo canino sería refractario a la acción de las PG hasta aproximadamente el día 5 del diestro, momento desde el cual sería posible observar un descenso de los valores plasmáticos de progesterona.
Romagnoli y col. (1992) realizando un ensayo para inducir aborto con PG y disminuir los efectos colaterales de ésta, determinaron que PGF–2 alfa en dosis de 180 µg/kg cada 12 horas por 4 días, vía subcutánea, puede causar luteolisis y aborto temprano iniciando el tratamiento el día 8 del diestro.
Feldman y col. (1993) recomiendan el uso de PGF–2 alfa natural como un medio seguro, confiable, efectivo y práctico de inducción de aborto en perras con gestaciones de 30 a 35 días. El esquema terapéutico propuesto por estos autores es: 0.1 mg/kg, vía subcutánea, cada 8 horas durante 2 días y luego 0.2 mg/kg, vía subcutánea, cada 8 horas hasta confirmar el aborto.
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