38
Érica Vexler
PERIODISTA INOLVIDABLE
Por Lidia Baltra
Tenía una personalidad arrolladora. Donde llegaba atraía las mira-
das y despertaba de inmediato simpatías y odios. Con ella no había
término medio. Pero nadie podía ignorarla.
Érica Vexler, periodista chilena de padres judíos rumanos, falleció
en Tel Aviv el 30 de abril de 2011, víctima de un enfisema pulmonar
que la tenía abatida desde hace muchos años.
Estudió en la Escuela de Periodismo de la Universidad de Chile en
1954, formando parte del segundo curso de la Escuela. Luego viajó
con sus padres a Israel, recorrió Europa, permaneciendo en París
durante un tiempo. Se casó y se separó. Nunca quiso hablar de ese
matrimonio.
Volvió a Santiago de Chile en 1957 con una hijita y se reincorporó a
sus estudios de Periodismo en la flamante casa de estudios de calle
Los Aromos, en Ñuñoa. Allí la conocí, pues llegó a mi curso.
Fuimos buenas amigas y compañeras, nos visitábamos en nuestros
hogares y más de alguna vez estudiamos juntas. Érica era una en-
tretenida contertulia, con una cultura general amplia, buena labia
y fumadora empedernida. Los visité muchas veces en su elegante
departamento de la Avenida Bustamante, donde conocí también a
su pequeña hija Mariana, que era celosamente cuidada por su ma-
dre y una niñera mientras Érica estudiaba o trabajaba. Iniciamos al
mismo tiempo nuestro trabajo de aprendices de periodistas.
Éramos estudiantes de segundo o tercer año en la Escuela de Pe-
riodismo cuando se nos presentó la oportunidad de trabajar con
otras compañeras como Raquel Correa y la brillante reportera ya
profesional Licia Ballerino, en el programa “Apuntes” de Radio Mi-
nería, un programa escrito, leído y dirigido por mujeres. Lo diri-
gía Lenka y lo leían frente al micrófono Mireya Latorre, Elina Zua-
nic (hermana de Gina) y Eliana Bocca. Asistíamos a la reunión de
pauta, escuchábamos las instrucciones de nuestra maestra Lenka
y salíamos cada una por su lado a reportear para volver al cierre
con nuestras carillas –seis copias mecanografiadas y copiadas con
papel carbón–, para la revisión de la maestra.
Hacía poco que Érica me había confidenciado que ella se dedica-