“Ley de Educación
Superior:
más preguntas que
respuestas”
Por Mercedes López, Senadora Universitaria
El proyectode Ley de Educación Superior era lar-
gamente esperado. En el imaginario demuchos,
la reforma debía recuperar el sentido público de
la Educación Superior en Chile, fortaleciendo y
articulando a las instituciones estatales.
En 2015, el Senado Universitario elaboró un
documento de propuesta donde concebía
la educación superior como un derecho de
todos y todas, con la convicción de que una
sociedad democrática requiere tener una ciu-
dadanía educada, que las posibilidades de de-
sarrollo contemporáneo se basan fuertemen-
te en el conocimiento y que en una sociedad
globalizada el cultivo de la cultura se transfor-
ma en parte constitutiva del desarrollo e iden-
tidad de las comunidades.
Como Senado Universitario planteamos la
necesidad de tener un Sistema Nacional de
Educación Superior integrado y regulado, que
articule armónicamente las universidades y
otras instituciones de educación superior.
Ello supone un Estado que garantice que este
sistema se oriente por las necesidades de de-
sarrollo del país y de sus ciudadanos y no por
ción de bienes y la remoción del Rector.
La propuesta del MINEDUC plantea -sin definir
ningún tipo de prioridades en la asignación de
recursos- abrir el financiamiento público a to-
das las instituciones que acepten participar en
el sistema de educación superior y cumplir sus
normas, diferenciando el financiamiento a la
demanda (gratuidad de estudios) del financia-
miento estructural para investigación y exten-
sión. Pero como la gratuidad fija aranceles, el
Estado se asegura de entregar un fondo espe-
cial de investigación que compensa económi-
camente a las universidades que ingresen a la
gratuidad y por el cual todas las universidades
deberán competir. Increíblemente, a través de
fondos compensatorios, a través de la gratui-
dad y a través del CAE, el Estado entrega fondos
cuantiosos a la educación privada. En contrapo-
sición, para las universidades del Estado condi-
ciona el financiamiento a la adopción de la for-
ma de gobierno propuesta en PLES.
Sin duda, el imaginario quedó destruido. La
reforma planteada mantiene y refuerza la ca-
racterística fundamental del sistema actual: la
educación es una mercancía. Hoy nos enfren-
tamos al mismo desafío desde que la LOCE fue
impuesta, por lo que debemos abrir espacios
de discusión sobre qué tipo de educación
queremos construir en Chile, cuál es la mirada
que tenemos hacia al futuro, cómo podemos
reconstruir el concepto de lo público y cómo
diseñamos seriamente la reforma de educa-
ción superior que Chile necesita para comen-
zar a construir una sociedad paradigmática-
mente distinta a la de hoy.
criterios de mercado ni menos por fines de lu-
cro. Creemos imprescindible la generación de
un sub-sistema de educación superior estatal
integrado y articulado, con cobertura nacio-
nal, con aumento sustancial y sostenido de su
matrícula, con financiamiento estatal directo
y donde el acceso equitativo y la gratuidad
estén garantizados. Este sub-sistema deberá
tener mecanismos que favorezcan la colabo-
ración, el intercambio y la movilidad de acadé-
micos, estudiantes y funcionarios no académi-
cos, y que a mediano plazo se transforme en la
columna vertebral del sistema, fortaleciendo
el sentido público de la educación superior.
Si uno toma estas definiciones generales, lo pri-
mero que puede asegurar es que el Proyecto de
Ley de Educación Superior (PLES) es un conjunto
de regulaciones que sólo buscan ordenar e ins-
titucionalizar el sistema de educación superior
actual, sin cambiar sustancialmente su direc-
ción, omitiendo que muchos de los defectos
del actual sistema son consecuencia del marco
conceptual que lo rige. Como consecuencia, el
PLES no consagra la educación superior como
un derecho social, no diferencia entre institucio-
nes estatales y privadas y no define la misión y
rol social que cumplen las instituciones del Esta-
do. Asimismo, el PLES separa absolutamente la
educación universitaria de la técnica, desvalori-
zando las actividades asociadas al trabajo frente
a las actividades creativas, con una concepción
obsoleta de las relaciones entre la ciencia, la tec-
nología y la técnica. Separa la creación y el hacer,
a los que trabajan de los que crean, a los que di-
rigen y los que son dirigidos.
En el ámbito universitario, no se manifiesta la
voluntad de reconstruir un Sistema Universita-
rio Estatal, con un financiamiento que permita
su autonomía, expansión y desarrollo. Se obliga
a las universidades del Estado a aceptar un go-
bierno universitario donde, a través de un Con-
sejo Directivo, se consagra la intromisión directa
y casi sin contrapeso de los gobiernos de turno
en cuestiones tan importantes como la aproba-
ción del presupuesto universitario, la enajena-
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Comité Editor:
Mesa Senado Universitario
Edición General:
RocíoVillalobos, Encargada de
Comunicaciones Senado Universitario.
Periodistas:
Constanza Sáez, RocíoVillalobos,
Daniel Dedes.
Diseño y Diagramación:
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Fotografías:
DIRCOM, RocíoVillalobos,
César Ramírez.