OBJETIVO: La TC es el método por imágenes de referencia para el seguimiento de pacientes con linfoma. Sin embargo, varios trabajos muestran que las masas residuales son frecuentes en TC luego del tratamiento y que es difícil diferenciar entre enfermedad activa y fibrosis residual. La remisión completa luego del tratamiento se asocia con mayor sobrevida libre de enfermedad, de allí la importancia de las imágenes moleculares con FDG-F18 o Ga67 para diferenciar entre tejido viable y tejido fibroso inactivo. La centellografía planar y SPECT con Ga67 es un excelente método para evaluar dichas masas, aunque su sensibilidad es menor en los linfomas de bajo grado, en las localizaciones abdominales y extranodales, además de su limitada resolución espacial. El objetivo de este trabajo es comparar los resultados del PET-TC versus TC para detectar enfermedad residual post-tratamiento en pacientes con linfoma, en nuestra casuistica.
MÉTODO: De 1600 estudios PET-TC, se analizaron retrospectivamente 108 en 95 pacientes, 52 mujeres y 43 varones (edad 5-83a), con diagnóstico histológico de linfoma (55 Hodgkin y 40 no Hodgkin) que habían sido tratados previamente con quimioterapia y/o radioterapia. Se seleccionaron aquellos pacientes en los que PET-TC no mostró enfermedad activa y se comparó con los resultados obtenidos interpretando solo las imágenes de TC obtenidas el mismo día. Los exámenes corporales fueron efectuados con equipo PET dedicado 60 minutos después de la administración de 5-7.5 mCi (185-277.5 MBq) de FDG-F18. Las TC fueron realizadas con técnica helicoidal, cortes continuos de 8-10 mm de espesor cada 4-5 mm, con contraste oral y ev. salvo contraindicación. Las mismas imágenes de TC fueron empleadas para fusionar con el PET, mediante software de fusión específico. Los exámenes fueron evaluados simultáneamente por un radiólogo y un médico nuclear. Los resultados fueron asignados por consenso. Los mismos fueron confirmados por seguimiento clínico y otros métodos.
RESULTADOS: En 33 de los 95 pacientes (35%) el PET-FDG fue negativo, indicando ausencia de enfermedad residual. La TC mostró ausencia de masas residuales en 12 casos (13%), pero en 21 (22%) mostró masas residuales en una o más regiones ganglionares o viscerales (19 en una región, 1 en 2 regiones, y 1 visceral). Analizando solamente los 33 casos con FDG negativos sin evidencia de enfermedad residual, la TC sola habría reportado masas residuales con posible persistencia de enfermedad en 21 casos (63.6%).
CONCLUSIÓN: PET-TC fue superior a TC para identificar pacientes libres de enfermedad residual que habrían sido catalogados en el 63.6% de los casos como patológicos o dudosos empleando sólo TC. La TC no pudo diferenciar de manera confiable tumor activo de fibrosis o necrosis. Nuestros resultados son similares a los obtenidos por otros autores.