DIÁLOGOS SOBRE EL ABORTO “PARIR LAS HABLAS”
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ABORTO:
UNA DISCUSIÓN DE DERECHO
Valentina Saavedra
Presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile.
N
o puedo comenzar sino agradeciendo a la Vicerrectoría
de Extensión y Comunicaciones por abrir este espacio de
diálogo tan necesario en nuestra Universidad. Que a pe-
sar de decirse pública, laica y pluralista, vive la misma cen-
sura que se presenta en la sociedad respecto a estos temas.
La Universidad pública que Chile necesita debe ser un espa-
cio donde se aborden los debates nacionales y se enfrenten
las diferentes posturas para aportar hacia el país.
Mi presentación, no podría decir que representa a sólo un gru-
po u organización, ya que desde que he asumido la presidencia
de la FECh me he visto empapada de reflexión sobre este tema
y el derecho de las mujeres desde distintos sectores: algunos
foros a los que he asistido, estudiantes, la secretaría de se-
xualidad y género de la FECh, las compañeras con las que par-
ticipamos en la marcha del 8 de marzo, la Coordinadora 8 de
marzo; pero por sobre todo es una reflexión realizada con mis
compañeras y compañeros del Núcleo Feminista de Izquierda
Autónoma, al que pertenezco.
Me gustaría reconocer que la discusión del aborto se ha insta-
lado últimamente en Chile de manera más masiva (ya que en
organizaciones y movimiento de mujeres existe históricamen-
te) a partir del proyecto de ley que ha impulsado el gobierno,
que dice estar defendiendo el derecho de las mujeres y tam-
bién por un tema sanitario.
Lamentablemente se han instalado ciertas dicotomías que
nos parece sólo ensucian el debate puesto que no contribu-
yen a discutir sobre derechos realmente.
El primero es el debate de los pro-vida y los pro- muerte,
que cae en una discusión desde una perspectiva moral para
enfrentar el tema. Esto generalmente encabezado desde una
perspectiva masculina o desde los hombres propiamente ta-
les, que desconocen la realidad de un aborto, lo difícil que se-
ría tomar una decisión de esas características y que mantiene
una lógica de la mujer como un útero reproductor, antes que
una persona parte de una sociedad y sujeta de derechos.
Por lo demás, coincide que son los provida, hasta que el
bebé nace, y luego son los pro explotación, pro discrimina-
ción y pro exclusión; lo cual está muy lejos de ser pro vida,
según mi perspectiva.
Ver, por ejemplo, el aborto como una forma de anticoncep-
ción, que como se presenta muchas veces desde el argu-
mento moral, es desconocer la realidad y tratarla desde una
perspectiva sesgada. El aborto no es una forma de planifi-
cación familiar, en ese sentido las mujeres ya tenemos esa
libertad de decidir -en términos abstractos (el Estado de De-
recho liberal) porque en la realidad la desigualdad y el pa-
triarcado conllevan que en los sectores más pobres el Estado
no existe en términos de educación sexual, anticoncepción,
violencia, entre otros- sino que es un ejercicio de autonomía
de las mujeres que a la vez fortalece la maternidad como
resultado de una decisión y no una imposición.
Una segunda dicotomía, o más que dicotomía, es un elemen-
to que se ha instalado como forma de enfrentar la discusión
moral, es la discusión desde la salud pública. Hace una se-
mana me tocó participar de un foro sobre este mismo tema y
pareciera ser que un gran argumento para enfrentar la discu-
sión es que el aborto existe y que hay que hacerse cargo de
esa realidad para que menos mujeres dejen de morir, lo que
no deja de ser cierto.